Sánchez planea darle de nuevo el Ministerio de Política Territorial a Iceta, defensor del referéndum

Miquel Iceta, el ideólogo de todos los cambios de opinión de Pedro Sánchez respecto al separatismo y defensor de un referéndum, tiene todas las papeletas para volver al estratégico Ministerio de Política Territorial la próxima legislatura. Cabe recordar que al poco de llegar al Gobierno ya abrió la puerta a la autodeterminación del País Vasco porque –dijo– «pueden plantearse nuevos retos».

Iceta ya recaló en dicho Ministerio en febrero de 2021, en sustitución de Carolina Darias, cuando Sánchez ejecutó su relevo por parte de Salvador Illa en Cataluña, tal como había avanzado este periódico meses antes. Pero con la crisis de Gobierno más amplia hasta el momento, Pedro Sánchez optó por trasladarlo a Cultura y Deporte para dejar sitio a Isabel Rodríguez.

Fuentes cercanas a Sánchez consultadas por este periódico señalan la voluntad del presidente en funciones de premiar al ex líder del PSC, que fue el primero en proponer los indultos, defender un referéndum en el marco del artículo 92 de la Constitución –como se suscribe en el acuerdo con Junts– o perdonar parte de la deuda catalana, como al final se ha pactado con ERC.

«Todas estas concesiones tienen el sello de Iceta», señalan en Moncloa. Gran parte de estas medidas acordadas con los separatistas pasarán por este Ministerio que, en la actualidad, dirige la también portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez -que ya es seguro que no repetirá en esta última función-. El cumplimiento de esas concesiones, por tanto, dependerá en gran parte de Iceta desde ese Ministerio.

El pro referéndum Iceta, uno de los más escuchados por Sánchez, nunca se ha ocultado como firme defensor de Cataluña como una nación. Cuestión que también ha estado sobre la mesa de negociación entre el PSOE y los separatistas para lograr la investidura del candidato socialista a la reelección.

Defensor del referéndum

Como líder de los socialistas catalanes, antes de ser relevado por Illa, ya apoyó la celebración de un referéndum pactado con el Estado y promovió las «singularidades» de su comunidad autónoma sobre el resto de regiones del Estado. Una singularidad que ahora se materializa en los acuerdos de investidura y gobernabilidad con ERC y Junts, tanto a nivel ideológico como fiscal.

«Sin ningún tipo de duda yo pediría el indulto de los encarcelados si hay sentencia condenatoria. Ahora, primero tenemos que ver la sentencia. La democracia tiene mecanismos para coser heridas que tienen un origen político», destacó el propio Miquel Iceta en 2017. Luego llegaron la sentencia condenatoria y los indultos de Sánchez a los penados.

En su día, aquellas palabras del catalán provocaron un terremoto político en Ferraz, si bien sentaron las bases para el primer gran cambio de opinión de Pedro Sánchez respecto al separatismo. Fuentes cercanas al jefe del Ejecutivo en funciones destacan que «sin Iceta los indultos no hubieran sido una realidad».

El ex líder de los socialistas catalanes también fue el precursor de reformar los delitos de sedición y rebelión del Código Penal. Algo que, junto al desdibujamiento del delito de malversación, también ha ocurrido ya.

Miquel Iceta, ya como ministro, consideró que, pese al indulto, los ex miembros del Govern que fueron encarcelados «no se van de rositas», porque habían estado tres años en prisión. Una privación de libertad a la que no se verá sometido su nuevo socio, con el que tendrá que lidiar si finalmente vuelve al Ministerio de Política Territorial, Carles Puigdemont, ya que será amnistiado sin haber rendido cuentas ante los tribunales.