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Sánchez aprobó en el Consejo de Ministros de Barcelona condecorar… ¡al ‘padre’ de la LOMCE que quiere abolir!

El Consejo de Ministros del 21-D concedió la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X a uno de los ideólogos de la LOMCE que ahora Sánchez y Celáa pretenden abolir.

  • Juanan Jiménez
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Las decisiones adoptadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su Ejecutivo en el Consejo de Ministros del pasado 21-D y que acapararon más titulares fueron el cambio de nombre del aeropuerto de El Prat por Josep Tarradellas y la subida del Salario Mínimo Interprofesional a 900 euros. Sin embargo, pasó desapercibido que el Gobierno ha decidido otorgar la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X al ‘padre’ de la LOMCE que el propio Sánchez quiere abolir.

Entre los reales decretos validados por el Consejo de Ministros el pasado 21-D figura la concesión de la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio a Francisco López Rupérez. Este «histórico del PP», como él mismo se define, fue director general de Centros Educativos del Ministerio de Educación y, después, secretario general de Educación y Formación Profesional. En la Comunidad de Madrid ha sido viceconsejero de Educación y presidente del Consejo Escolar. Actualmente dirige la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela.

Pero lo que más destaca en el curriculum de López Rupérez es que, como miembro del Consejo Escolar del Estado, defendió y participó en la creación de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, más conocida como LOMCE. Una ley criticada no sólo por la oposición, sino desde las propias filas del Partido Popular.

Todos los que le conocen coinciden en señalar que este Doctor en Ciencias y catedrático de Instituto es uno de los mayores conocedores del sistema educativo español y, por tanto, una voz autorizada en la reforma educativa que llevó a cabo el PP de Mariano Rajoy y que ahora el ministerio que dirige Isabel Celáa quiere tirar por tierra.

La LOMCE, que ahora se quiere cargar Sánchez incluía, entre otras cosas, la aplicación de las famosas reválidas, una figura desterrada que López Rupérez rescató para forjar un sistema educativo de mayor calidad que intentara sacar del pozo de las estadísticas a España, una de las grandes potencias mundiales pero que en todos los rankings educativos está prácticamente al nivel de muchos países en vía de desarrollo.