España

El PSOE da largas a la reunión con C’s y se resiste al referéndum de Podemos

El PSOE mantiene en el aire la fecha del encuentro con Ciudadanos para abordar la supresión de aforamientos y la limitación de mandatos, dos de las medidas incluidas en el pacto de investidura de Mariano Rajoy y que el PP se resiste a poner en marcha.

Hace días que la formación naranja trasladó al grupo socialista su propuesta sobre ambas reformas. El PSOE la acogió con disposición de estudiarla, pero sin fijar compromisos. Y aunque desde la formación naranja se confía en llegar a un acuerdo con los socialistas, no deja de sorprender la resistencia a concretar una cita. Podría ser la próxima semana, se sostiene en el partido emergente. Sin embargo, asumen que la agenda permanece aún en blanco y que «por ahora » carecen de interlocutor.

El acuerdo con el PSOE es fundamental para que Rivera pueda llevar a cabo su plan de presionar al PP desde la izquierda. Esa estrategia arrancó este mismo viernes con una reunión en el Congreso con Podemos. El encuentro sirvió para evidenciar una nueva etapa de relaciones entre dos enemigos declarados, que hasta ahora solo se encontraron una vez: para negociar la investidura de Pedro Sánchez. Aquella reunión terminó con la misma impresión que empezó. Constatando que las diferencias eran insalvables, que los programas eran incompatibles, y el desencuentro, demasiado profundo.

De aquel rechazo mutuo se ha pasado ahora a una etapa de aparente «normalización». Existe «voluntad de acuerdo», dijo José Manuel Villegas, secretario general de Ciudadanos, para modificar la Ley de Gobierno y limitar los mandatos presidenciales, y también consenso sobre la necesidad de suprimir los mandatos.

De la buena sintonía, o de la presión de Rivera para disimular el desdén del PP, surgió que Ciudadanos se abra incluso a la celebración de un referéndum sobre la reforma de la Constitución, por exigencia de Podemos. «No tenemos miedo a una consulta», confirmó también Villegas.

Los socialistas, reacios al referéndum

Aunque el PSOE no se opone a esa consulta, fuentes socialistas sí dejan claro que su voluntad es que cualquier reforma de la Constitución se lleve a cabo con el máximo consenso posible. Esto es, contando con el PP. 

«Previamente lo que buscaremos es el consenso para que efectivamente se forme esa subcomisión en el seno de la Comisión Constitucional y se busquen los consensos con los que hacer esas reformas», dijo Javier Fernández, presidente de la Gestora, con motivo del Día de la Constitución.

Así, en el seno del PSOE se asume también que abordar una consulta sobre la Carta Magna, bajo la amenaza independentista, resulta ciertamente arriesgado. El mismo argumento que se esgrime en el PP para justificar su rechazo a las medidas contenidas en el acuerdo que, en agosto, dio pie a la investidura de Rajoy.

Además, Podemos no renuncia a convertir ese referéndum en una consulta sobre la reforma del artículo 135 de la Constitución de 2011, lo que compromete a los socialistas.

“Podría ser una buena idea, ya que se hizo en una reforma constitucional con nocturnidad y alevosía”, ha considerado este mismo viernes su portavoz parlamentaria, Irene Montero. 

Fuentes de Ciudadanos constatan también que la posibilidad de un referéndum genera rechazos en el PSOE. La propuesta de Ferraz para cambiar la Carta Magna es acometer esa consulta únicamente cuando se lleve a cabo una reforma más completa, y no ‘exprés’, como es intención de Ciudadanos y Podemos.

Entre tanto, el Gobierno ve aún posibilidad de reconducir la relación con sus socios de investidura. Este viernes, el presidente, Mariano Rajoy, reclamó «un esfuerzo» para «entender» al otro y hacer que las aguas vuelvan a su cauce.