La inmigración irregular desborda al Gobierno: las imágenes del hacinamiento en los campamentos de pateras

Las fotos y el vídeo de esta información, difundidos por la Confederación Española de Policía (CEP) y Justicia para la Guardia Civil (Jucil), son suficientemente expresivas de la situación que se vive desde este fin de semana en el puerto de Escombreras, a las afueras de Cartagena, en Murcia. 454 inmigrantes irregulares llegaron entre el viernes y el sábado en más de 30 embarcaciones, en la mayor oleada de pateras vivida en la región desde noviembre de 2017. Catorce de ellos dieron positivo por Covid. El resto siguen en el puerto en las condiciones que se ven en las imágenes. Están a la espera de los resultados de sus pruebas PCR y de destino. Todos tendrán que guardar cuarentena entre 9 y 14 días. Las autoridades no saben aún dónde y buscan lugares adecuados.

Cruz Roja ha levantado, mientras, en el puerto, un campamento con varias carpas. En cada una de ellas, los inmigrantes están agrupados por pateras para que no se mezclen y evitar de esta forma los contagios. Delante de cada carpa, un urinario móvil. En uno de los laterales, decenas de inmigrantes duermen en el suelo sin guardar la más mínima distancia de seguridad.

Los sindicatos policiales y de la Guardia Civil han denunciado también la situación en la que trabajan los agentes. En las imágenes se les ve sin equipos de protección. Sí los llevan los miembros de Cruz Roja que realizan los test PCR a los inmigrantes.

La Confederación Española de Policía (CEP) lleva tiempo criticando las escasísimas medidas de protección y seguridad (no sólo en Murcia) y la «exposición innecesaria» a que se somete a estos agentes y ha vuelto a pedir la implantación de un Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) en Cartagena.

Jucil denuncia, por su parte, que están «sin personal, ni recursos y sin un protocolo de prevención y protección contra posibles rebrotes». Hablan de un «suma y sigue sumando» y de un «efecto llamada viral».

Los agentes de ambos cuerpos que han intervenido en el operativo este fin de semana y han estado en contacto con los inmigrantes siguen en activo. Piden que se les realice pruebas PCR. Algunos denuncian que han tenido que pagársela de su bolsillo para ellos y sus familiares.

La situación ha sido tan desbordante, especialmente en Cartagena, que Jupol asegura que en Murcia capital, durante las noches del fin de semana, sólo hubo tres patrullas de la Policía Nacional para toda la ciudad y sólo una dedicada a la seguridad. Las otras dos se usaron para el traslado de inmigrantes.

Una situación similar se vivió en Almería. Jupol asegura que el viernes por la noche la ciudad no tuvo ni una sola patrulla de la Policía Nacional dedicada a la seguridad ciudadana. La única que había disponible se usó para trasladar inmigrantes a hacerles pruebas PCR.

En Alicante, los 79 inmigrantes llegados entre el viernes y el sábado (6 de ellos, menores) protagonizaron momentos de tensión, incidentes e intentos de fuga del hospital de campaña situado junto al Hospital General a donde habían sido trasladados tras hacerles pruebas PCR en el mismo puerto. Todos dieron negativo. La Policía Nacional y la Guardia Civil (sin EPIs ni material de protección) tuvieron que pedir refuerzos a la Policía Local para garantizar la seguridad.

En total, entre viernes y domingo llegaron a España, al menos, 869 inmigrantes irregulares.

Tensión en Escombreras

La llegada de pateras a Murcia desde Argelia cesó el domingo, pero las Fuerzas de Seguridad cree que volverá en cuanto el puerto de Escombreras se despeje de nuevo. Fuentes policiales señalan que las mafias mantienen «información actualizada al minuto» entre los puntos de llegada en la Península y los de salida en Argelia. Las mismas fuentes apuntan que entre los inmigrantes «crece la inquietud» y «aumenta la tensión» conforme pasan las horas por las condiciones del campamento y su futuro incierto.

Quienes vinieron en la misma patera con los casos positivos tendrán que guardar una cuarentena de 14 días y aquí radica el problema que el Gobierno ha trasladado a las comunidades. El Ejecutivo regional de Fernando López Miras se encontró el mismo sábado, por sorpresa, mientras recibía la oleada, con un nuevo protocolo de la Secretaría de Estado de Migraciones, que endosa a las comunidades autónomas la responsabilidad de establecer y financiar «soluciones habitacionales» para los inmigrantes que tenga que guardar esa cuarentena.

El Gobierno murciano ha pedido ayuda al Ejército y al Ayuntamiento de Cartagena. Se trata de buscar con urgencia un lugar digno para aislar en condiciones adecuadas a más de 250 personas.