España
FAES

La fundación de Aznar acusa a Sánchez de azuzar la «marea populista para destruir la democracia»

FAES describe la carta de Sánchez como "una pieza inclasificable"

Opinan que la misiva del presidente persigue que se "ahogue el funcionamiento de las instituciones"

La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), presidida por el ex jefe del Gobierno, José María Aznar, acusa a Pedro Sánchez, líder del Ejecutivo, de azuzar la «marea populista» para destruir «la democracia y la separación de poderes», después de anunciar la cancelación de su agenda pública durante cinco días para decidir si continúa al frente del país.

Entre otras cosas, FAES pone el foco sobre la pretensión socialista de anular el Senado, su intento de neutralizar a la oposición y amedrentar a los jueces cuando vayan a intentar investigar a las personas vinculadas con el Gobierno ante presuntos casos de corrupción.

La fundación ha publicado un artículo titulado Despropósito populista en el que responde a la carta que ha compartido en redes sociales el presidente del Gobierno. En ella, anunciaba un receso de cinco días en sus actividades para dirimir acerca de su continuidad en el cargo y reprochar a los medios de comunicación conservadores y al PP y Vox su «ataque a la vida personal», como ha descrito en su misiva el líder socialista.

Según la organización encabezada por Aznar, esa epístola no es más que «la hoja de ruta de su deslizamiento populista». De acuerdo con el análisis de FAES, busca la «movilización de la gente» con la que se pretende conseguir que se «ahogue el funcionamiento de las instituciones». En esa línea, concluyen que intentan intervenir en «el Senado que pervierte el PP con su mayoría absoluta», ya que el PSOE ha negado la legitimidad del mismo. Por último, consideran que se lanzan a por «los jueces que se dejan llevar por organizaciones de ultraderecha».

«Se quiere preparar la marea populista que anegue las instituciones de la democracia. Si eso ocurre, a partir del lunes España habrá dado un salto mortal hacia eso que con notable suavidad se llama democracia iliberal», reflexiona en su artículo la fundación que encabeza José María Aznar. Esto podría generar la destrucción de la democracia, así como la separación de poderes.

«Pieza inclasificable»

Por esta razón, la organización exponen «tres conclusiones del despropósito» a raíz de la carta que ha hecho pública Sánchez, algo que FAES ha descrito como «una pieza inclasificable, salvo en la irresponsabilidad que delata y la maniobra efectista que conlleva».

En primer lugar, aluden a que «algo grave ha tenido que percibir Sánchez para embarcarse en esta iniciativa». «Una gravedad que puede venir de un desfondamiento psicológico -poco probable-, de un desagradable horizonte judicial con casos oscuros de corrupción y relaciones peligrosas de su entorno, o de una complicadísima situación política derivada de los imposibles equilibrios a los que está condenada para mantener una coalición de gobiernos tan disfuncional y destructiva», medita la organización.

En segundo lugar, detallan que el plazo de cinco días que se ha dado Sánchez «no tiene explicación». FAES reflexiona que si realmente fuera real a lo que se refiere, «cinco días son muchos y si fuera cierto que ese es el periodo que Sánchez necesita para decidir sobre su futuro estaríamos ante un dirigente hamletiano, lo que no encaja en absoluto con lo que Sánchez tiene acreditado», argumentan.

En tercer y último lugar, razonan que el alargado período de tiempo al que se refiere «tal vez sea porque resulte necesario para orquestar la respuesta que Sánchez busca y necesita». El objetivo que busca la carta, sería, a ojos de la fundación, que la gente se movilice «para hacer real la democracia y aclamar a un líder carismático que no puede quedar atado por instituciones caducas y contrademocráticas».

Desde la fundación avisan que la «maniobra es tan burda» que consideran que hay que «guardar para la posteridad en la hemeroteca el ridículo intelectual, el servilismo opinativo, la abdicación de todo sentido crítico de los medios autodenominados progresistas».