La app del Gobierno contra el acceso de menores al porno se nutrirá de fondos europeos

La app que el Gobierno de Pedro Sánchez lanzará a finales de verano para bloquear el acceso de menores al porno se nutrirá con los fondos Next Generation, los fondos europeos que se crearon con el objetivo de ayudar a las familias y a las empresas a recuperarse de las consecuencias económicas de la pandemia de coronavirus de hace cuatro años. Así consta en la presentación técnica del sistema de verificación de edad para el acceso a contenidos en línea colgado por el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública en su página oficial. Este ministerio se encuentra en manos de José Luis Escrivá.

Ya en la portada de esta presentación se puede ver que el sistema de verificación de edad para la app del Gobierno ideada para restringir el acceso de menores al porno lleva el sello de «Financiado por la Unión Europea Next Generation EU», junto a la bandera de la UE. Además, la aplicación también se enmarca dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Ejecutivo de Sánchez. La encargada de la parte técnica y del funcionamiento de la app es la Secretaría General de Administración Digital, en manos de Jesús Torres Carbonell y dependiente del ministerio de Escrivá. La app del Gobierno está incluida dentro de la Estrategia Nacional de Protección de la Infancia y de la Adolescencia en el Entorno Digital.

El Ejecutivo lanzará a finales de verano la primera versión de Cartera Digital Beta, la aplicación móvil que incorporará un sistema de verificación de edad a través del DNI electrónico para que los menores no accedan a páginas porno y otros contenidos para adultos. El ministro José Luis Escrivá ya advirtió durante su presentación de que la descarga de esta aplicación será voluntaria.

¿Cómo funciona?

Serán las plataformas y las páginas con contenido pornográfico las que tendrán que cerciorarse de que los usuarios que acceden a ellas tienen más de 18 años. Para ello, lo harán a través de la aplicación Cartera Digital Beta, que conocerá nuestra edad gracias al DNI electrónico y así evitar que los menores puedan consumir porno. Además del DNI, el Gobierno podrá consultar otras fuentes administrativas para conocer la edad del usuario, concretamente administraciones responsables de emitir las credenciales que acreditan a los usuarios como adultos.

Cuando el usuario acceda a una plataforma o página web de con contenidos para adultos, la misma web o plataforma le pedirá que acredite que es mayor de edad. Para ello, la pantalla mostrará un código QR que el usuario deberá escanear con la cámara de su teléfono móvil. En caso de que cuenta con una credencial que lo acredita como adulto, podrá acceder al contenido. En caso de ser menor, su acceso quedará bloqueado a la plataforma o página web pornográfica.

A partir de los datos recabados para saber si el usuario es mayor de edad o no, se realizará una verificación de la edad del ciudadano para finalmente emitir la credencial de mayoría de edad como un lote de 30 credenciales, un número configurable que se irá modificando según necesidades del sistema. Estas credenciales tendrán una caducidad de 30 días y desde Transformación Digital, dependiente del Gobierno, han determinado que como máximo se use tres veces la misma credencial en cada plataforma.

«Pedimos a los adultos un esfuerzo»

Desde el anuncio de esta app, se ha producido multitud de críticas y de dudas acerca de cómo el Gobierno podrá limitar el acceso de los menores al porno. El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá, ha defendido en las últimas horas que el sistema de verificación será «muy cómodo, muy fácil y no va a generar ningún problema».

«Lo único que estamos pidiendo a los adultos es un pequeñín esfuerzo de que se identifiquen con un sistema que es muy fácil», afirmó Escrivá este martes durante su intervención en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

El ministro defendió que se trata de un procedimiento de verificación de la edad que «protege completamente el anonimato de aquel que se está identificando», pero que tiene como resultado que solamente aquellos que son adultos accedan a determinadas páginas etiquetadas como pornográficas.

«Como todo en la vida hay que equilibrar distintos principios y el principio superior de protección del menor en un contexto extraordinariamente preocupante es el que debe primar y buscar soluciones que además al mismo tiempo aseguren completamente la privacidad de las personas y sus decisiones sobre qué quieren ver o no ver», esgrimió.