Altercados en una comisaría de los Mossos por los cortes de luz en Sant Cosme

La Cañada Real de Madrid no es el único sitio en una gran ciudad donde se están produciendo cortes de luz, principalmente por enganches irregulares relacionados con plantaciones ilegales de marihuana. Este jueves, decenas de personas provocaron altercados en la comisaría de los Mossos de El Prat de Llobregat después de que se cortaran 93 conexiones fraudulentas en el barrio de Sant Cosme.

La izquierda ataca a la presidenta de la Comunidad de Madrid por los cortes de luz en la Cañada Real de Madrid, un foco de marginalidad donde abunda el trapicheo y el tráfico de drogas. La restricción del suministro se debe a los enganches ilegales a la red de suministro de personas que cuentan en sus casas con plantaciones ilegales de marihuana, que consume luz de manera constante. Estas personas no pagan ni un euro pero, como quedó patente en un reportaje de TVE, sí que compran coches de alta gama como Porsches.

Ahora, es Barcelona la que vive una situación similar. Nadie ha puesto el grito en el cielo contra la Generalitat por los cortes eléctricos. Los motivos, los mismos. Las plantaciones de marihuana ilegales y el robo de electricidad.

Sobre las 21:30 horas de este jueves, después de la entrada y registro en dos domicilios con plantaciones de marihuana, varias decenas de personas, repartidas en grupos, han empezado a tirar piedras contra la comisaría, situada en el mismo barrio de Sant Cosme, y los vehículos policiales, así como contra autobuses urbanos que pasaban por la zona.

Los vecinos, que reclamaban que volviera la luz a los domicilios, también han quemado un coche, tumbado contenedores en medio de la calle y han provocado destrozos en señales de tránsito y demás mobiliario urbano.

Los Mossos d’Esquadra han explicado que estos hechos coinciden con el corte de 93 conexiones fraudulentas vinculadas al cultivo de marihuana que la compañía eléctrica ha llevado a cabo esta semana en el barrio.

A causa de cortes, hasta tres bloques de pisos se han quedado totalmente sin luz. Sobre los incidentes, fuentes sindicales han señalado que los pocos efectivos que había dentro de la comisaría se han opuesto «como han podido» a los agresores y han tenido que pedir refuerzos a la Brigada Móvil (BRIMO) y al Área Regional de Recursos Operativos (ARRO).

Al respecto, han explicado que cuando ha empezado la tensión en la zona, con el corte de las dos vías principales y los primeros lanzamientos y destrozos, había cuatro furgonetas de ARRO ante la comisaría, de las cuales tres se han retirado de la zona a las diez de la noche.

Las mismas fuentes han denunciado que los efectivos que estaban en la comisaría, unos ocho agentes y una furgoneta de ARRO, no han recibido la ayuda de la BRIMO hasta las 01.30 horas de la madrugada.

Las carreras entre alborotadores y Mossos se han alargaron durante horas y hasta las cuatro de la madrugada no se ha dado la situación por controlada. Los incidentes han concluido sin enfrentamientos directos entre las partes ni heridos y tampoco han habido identificaciones o detenciones.

El portavoz del sindicato policial USPAC, Albert Palacio, ha pedido al conseller de Interior, Miquel Sàmper, que dé explicaciones sobre los hechos y ha exigido su dimisión por la «inacción» del departamento y la falta de seguridad en la zona que han denunciado reiteradamente.

Tanto USPAC como el sindicato SAP-FEPOL han alertado en varias ocasiones de que desde principios de año ha aumentado la conflictividad entre los policías y algunos vecinos de la zona de Sant Cosme, con episodios como pinchazos de ruedas a vehículos policiales, agresiones o amenazas.

Asimismo, han señalado que, en los últimos días, la tensión en el barrio ha crecido por operaciones policiales como la entrada en dos bares de la zona, que se llevó a cabo con un gran despliegue de efectivos que incluyó un helicóptero, o los cortes de luz para anular las conexiones fraudulentas relacionadas con plantaciones de marihuana.