Alfonso Reyes alerta de los planes de Pablo Iglesias ya ejecutados por dictadores como Hitler o Stalin

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, sigue con sus técnicas dictatoriales y no esconde su plan para acallar a los medios incómodos a ojos del Ejecutivo socialcomunista. El líder de Podemos quiere «controlar» a la prensa, articular «elementos de control» contra los medios de comunicación no afines y sus empresas editoras, algo sin precedentes en una democracia y que sería inaceptable en nuestro país.

Uno que se ha mostrado muy crítico ante esa intención de Pablo Iglesias de censurar a medios de comunicación ha sido Alfonso Reyes, ex jugador de baloncesto, ingeniero y presidente del sindicato de jugadores (ABP). Sin mencionar directamente al vicepresidente del Gobierno pero refiriéndose aparentemente a sus palabras, Reyes advierte de que esas técnicas ya fueron utilizadas en el pasado por dictadores de diferentes ideologías.

Stalin, Hitler, Mao, Mussolini y otros tantos dictadores tenían muy claro que la propaganda es esencial para controlar a la población. Sólo se difundía lo que les ayudaba a mantener el poder. El control de los medios era fundamental. Lo que no se ve, no existe.

— Alfonso Reyes (@alfreyes14) February 18, 2021

«Stalin, Hitler, Mao, Mussolini y otros tantos dictadores tenían muy claro que la propaganda es esencial para controlar a la población. Sólo se difundía lo que les ayudaba a mantener el poder. El control de los medios era fundamental. Lo que no se ve, no existe», escribió Alfonso Reyes en una reflexión con la que arrasado en Twitter, pues acumula más de 1.000 RTs y casi 4.000 ‘likes’ en unas horas.

La «diferencia entre el poder mediático y el resto de poderes», como el poder ejecutivo, el legislativo o judicial, pese a la «gran influencia» que éstos ejercen en la agenda política y la formación de opinión, dice al respecto Pablo Iglesias, que añade que «no hay control democrático» sobre los medios de comunicación, declaraciones intolerables de un vicepresidente del Gobierno que al igual que su cuadrilla también alienta al vandalismo y los disturbios en las calles por la condena a Pablo Hasél.