Torres (BBVA) culpa a Garrigues, Uría y PwC de excluir sus correos de la investigación de Villarejo

El presidente del BBVA, Carlos Torres, ha culpado a los asesores externos del banco -Garrigues, Uría y PwC- de la exclusión de los documentos en los que aparece él de la investigación forensic realizada sobre los contratos del banco con Villarejo en la declaración que ha prestado este lunes en la Audiencia Nacional. Asimismo, se ha puesto de manifiesto que la entidad no proporcionó toda la información sobre el caso requerida por la CNMV y el Sepblac (Servicio de Prevención del Blanqueo de Capitales).

Torres ha negado tener conocimiento de las operaciones encargadas por el BBVA a Villarejo, incluyendo el espionaje al director de OKDIARIO, Eduardo Inda (conocida como operación Gossip), y se ha desligado de la exclusión de sus hits (documentos y correos) y de algunos de sus principales colaboradores como Ricardo Forcano del citado informe. Su argumento ha sido que el banco externalizó la investigación desde enero de 2019 y que las decisiones sobre la misma no las tomaba él sino sus asesores externos, según fuentes presentes en la declaración.

«Yo no tuve nada que ver ni participé ni di ninguna instrucción y se aplicó una metodología forense por los externos, tal como explica el banco en su propia web”, ha declarado el presidente de la segunda entidad española.

Antes de esa fecha el área de auditoría interna del BBVA, con José Luis de los Santos al frente, sí inició una investigación sobre los contratos con el excomisario Villarejo por los que pagó 10,3 millones, y Torres asegura que dio orden de colaborar plenamente con la Justicia. De los Santos fue sustituido poco después por la mano derecha del expresidente Francisco González, Joaquín Gortari, pero Torres ha asegurado desconocer los motivos de ese relevo.

A pesar de esa orden, la Fiscalía ha aportado un correo de la directora jurídica, María Jesús Arribas, en el que aseguraba que la investigación tenía por objeto la defensa del banco y no la transparencia. Pese a ello, el presidente del banco ha respondido que él pensaba que el objetivo era la transparencia.

Esta supuesta orden de colaboración con la investigación también queda cuestionada por cuanto el BBVA envió información incompleta en la respuesta a los requerimientos tanto de la Comisión Nacional del Mercado de Valores como del Sepblac, ya que sólo se refería a los contratos con Villarejo entre 2013 y 2017 pero no a los de los años anteriores (los primeros contratos para espiar a Sacyr datan de 2004). Ante lo cual, estos organismos volvieron a requerir información al banco.

Torres ha admitido que para la fecha de esos requerimientos, octubre de 2018, el banco ya tenía una foto completa de todos los contratos con Cenyt, la empresa de Villarejo, pero ha asegurado desconocer esos requerimiento y por qué se incumplió su orden de colaboración total con estos organismos, algo que ha achacado a González, que todavía era presidente. Cabe recordar que tanto el juez Manuel García-Castellón como la Fiscalía han reprochado en varias ocasiones la falta de colaboración del banco, al que han acusado de «entorpecer» la investigación.

Contradicciones y olvidos

El presidente del BBVA ha incurrido también en varias contradicciones y ‘olvidos’ en su declaración como testigo. Así, ha dicho que no hizo caso de un correo que le envió el director de comunicación del banco, Paul García Tobin, el 24 de mayo de 2018 cuando aparecieron las primeras informaciones de la relación del banco con el excomisario, y que no tuvo conocimiento del tema hasta «junio o julio»; en ese momento, Torres era consejero delegado, es decir, número dos del presidente González.

También ha asegurado que se celebró una reunión secreta del comité de corporate assurance (constituido para investigar el caso) que él presidía en octubre de 2018 días antes de que se publicaran los primeros documentos que probaban la relación del BBVA con Villarejo, pero al mismo tiempo ha declarado que no los conoció antes de dicha publicación.

Torres ha dejado claro ante el juez que acudía como testigo a título individual y no como representante del BBVA como persona jurídica, que está imputada en la causa.