Swatch a contrarreloj: plantará cara a Apple y Google para paliar sus malas cifras de 2016

• María Villardón @MariaVillardon
• Periodista de Toledo. Humanista y folclórica. Hija de María Ángeles y nieta de Cayetana. Hablo rápido con amables personajes –Tusquets dixit–.
• • 18/03/2017 21:27
  • Actualizado: 05/04/2017 18:18

Swatch Group, empresa relojera suiza, está poniendo toda la innovación en el asador para plantar cara a los sistemas de Android e iOS y hacerse, de nuevo, con el control de las muñecas de medio mundo. Nick Hayek, director general, ha declarado que el nuevo sistema de ‘smartwatch’ estará listo a finales de 2018.

Suiza Vs. Silicon Valley. “Soy más conservador por respeto y amor a lo que existe que por oposición a la novedad”, declaraba el conservador del Palacio de Versalles, Gerald Van Der Kemp. Sin embargo, esta manera de ver el mercado ya no existe, es un pensamiento caduco. A la relojera suiza no le ha quedado más remedio que subirse al carro de la tecnología para comenzar a recuperar cuota de mercado.

Los seis primeros meses del ejercicio 2016 fueron especialmente duros con Swatch, su beneficio se redujo un 12% debido a la reducción de las exportaciones a mercados como Francia o China. Pero lo peor estaba por llegar, el conjunto del año no ha sido mucho mejor, su beneficio se ha visto reducido en un 47% hasta los 554,6 millones de euros.

Swatch justificó los números: la reducción de turistas en Francia y Bélgica debido al terrorismo y el descenso de los visitantes chinos afectaron negativamente a las ventas. Por cierto, una de las marcas más castigadas del grupo fue Tissot y ésta será precisamente la que estrene este sistema inteligente que están desarrollando.

Según Hayek, el nuevo modelo estará listo para el año 2018, aunque ya ha advertido que, el sistema ‘smartwatch’ se combinará con la tecnología de fabricación suiza. Será una alternativa más pequeña y más flexible a los sistemas dominantes que se conectan a internet, de acuerdo con las palabras del CEO.

Cuatro siglos de tradición a sus espaldas que han tenido que ir ajustándose a las novedades del mercado y los gustos de los consumidores. La entrada de Apple en el mundo de la relojería ha sido una llamada de atención para las compañías más tradicionales, recordemos que la industria suiza es una de las más aplaudidas del mundo, pero la aparición del Apple Watch en 2015 ha no ha caído en saco roto.

Ahora, el CEO de Swatch se ha propuesto un reto y es el de enfrentarse a los sistemas de la firma creada por Steve Jobs y por Google, un duelo empresarial que se antoja harto complicado. Aunque no ha sido el único que tiende el guante a Silicon Valley: esta misma semana Jean-Claude Biver, jefe de la división de relojería de LVMH, ha anunciado un reloj TAG Heuer con sistema inteligente creado con la colaboración de Google e Intel.

Por su parte, desde Montblanc, horas después del anuncio de Hayek, se comunicó que a partir de mayo habría un nuevo ‘smartwatch’ en el mercado que se podría adquirir por 890 dólares.

La irrupción de los relojes inteligentes ha resultado un jarro de agua fría sobre las marcas de gama media, como es el caso de Tissot o de Swatch, aunque Hayek tiene gran confianza en la nueva hazaña.

“El enfoque que estamos dando desde Swatch Group va a funcionar mejor, estamos pensando en pequeño”, declaraba el líder de la compañía. Y añadía: “En Suiza tenemos mucha experiencia en crear algo pequeño que consuma menos energía, es independiente y más rentable”.

Creen que este hecho es una manera de hacerles caballo ganador, pues uno de los problemas de los dispositivos portátiles ha sido la duración de las baterías.

El mercado ha sido escéptico con el nuevo lanzamiento de Swatch porque creen que el ‘enemigo’ es demasiado fuerte. “Swatch puede desarrollar su propio sistema de software, pero también necesitará que haya compatibilidad con las aplicaciones más popular”, comentan los analistas. Y le recuerdan el caso de Blackberry, ésta desarrolló su propio sistema pero no logró sobrevivir a las embestidas de las grandes tecnológicas que salían de California y se propagaban por todo el globo.

El viernes al cierre de la Bolsa de Zurich, mercado donde cotiza Swatch Group, las acciones tenían números rojos de un 0,86%.