El sector energético vela armas ante la amenaza fiscal de Sánchez para 2023: «Habrá demandas»

El sector energético español vela armas ante la amenaza de un nuevo hachazo fiscal lanzada el sábado por Pedro Sánchez, quien mantuvo durante su intervención ante los medios, tras la celebración de un Consejo de Ministros extraordinario, un discurso cargado de tintes populistas. «Habrá demandas», advierten desde la industria energética española.

«El Gobierno está diseñando un nuevo tributo que gravará los beneficios extraordinarios de las energéticas como consecuencia del alza de los precios energéticos», anunció Sánchez. «La iniciativa sintoniza con la opinión pública de nuestro país y con medidas de otros países de nuestro entorno y que atienden a recomendaciones de organismos como la OCDE», dijo.

El Ministerio de Hacienda emitió tras la intervención de Sánchez un comunicado en el que precisaba que el nuevo impuesto será presentado como proposición de ley en el Congreso «durante las próximas semanas», y que aunque se implantaría el 1 de enero de 2023, «afectaría al ejercicio de 2022».

El Ministerio liderado por María Jesús Montero justificó la medida aludiendo al «impacto que el encarecimiento de los precios de la energía está teniendo en los beneficios extraordinarios de los operadores energéticos más relevantes».

Aunque Pedro Sánchez no precisó durante su intervención en qué consistirá el nuevo impuesto al sector energético, ni a quién afectará ni de qué manera, el tono populista empleado por el presidente alertó a representantes de las compañías consultadas el sábado por OKDIARIO.

«Habrá demandas», advirtieron. «Se han referido a los operadores energéticos más relevantes, tendrán que definir quiénes son, con nombres y apellidos, y eso es discriminatorio», indicaron. «No está claro si se está refiriendo a las eléctricas, a las petroleras, a las renovables…», lamentaron.

«Cuando el sector ha registrado pérdidas millonarias no ha habido ayudas excepcionales», recordaron las mismas fuentes. «No hemos tenido beneficios extraordinarios; a nosotros las subidas de los precios de las materias primas también nos afecta», aseguraron en una de las grandes compañías energéticas españolas consultadas.

«Si hemos obtenido resultados extraordinarios, ha sido gracias a nuestra actividad en el exterior, no pueden gravar más nuestra actividad en España, no obtenemos los mismos resultados», añadieron.

La clase media trabajadora

Ante la falta de concreción sobre el nuevo impuesto al sector energético, las fuentes consultadas destacaron el tono empleado por el presidente en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

«Ha utilizado el discurso de Unidas Podemos, es lo que menos nos ha gustado de todo», comentaron en una multinacional energética española. Sánchez se refirió en varias ocasiones durante su intervención a los «poderes económicos», quienes, dijo, se sienten molestos con el Gobierno actual, y también a la «clase media trabajadora española».

«Este es un Gobierno, el primero de coalición de la democracia, progresista, que sabe muy bien a quién defiende y a quién obedece», dijo Sánchez. «Gobernamos para la clase media trabajadora, ya sabemos que esto molesta a determinados poderes económicos de este país, pero nosotros vamos a seguir esa hoja de ruta», aseguró.

El presidente insistió en que el Gobierno es «molesto para determinados intereses económicos que tienen sus terminales mediáticas y también políticas». Sánchez sostuvo que se trata de una sensación que «está a pie de calle». «Cualquier persona», dijo, «que lo analice con objetividad lo podrá ver».

«Este es un Gobierno incómodo para poderes económicos», reiteró. «Es una realidad que venimos sufriendo desde hace cuatro años, esos intereses no nos van a quebrar, vamos a continuar defendiendo los intereses de la clase media trabajadora», insistió.