Es posible ahorrar en la inversión inicial de un negocio sin perder competitividad

Una de las dificultades por las que pasa todo emprendedor una vez ha diseñado una idea de negocio es cómo llevar a cabo la inversión. Por un lado, para poder copar un lugar en el mercado, es importante invertir en el negocio aquello necesario para estar a la altura de los otros competidores. Ahora bien, por otro, las posibilidades de las que se disponen no son siempre las deseadas. A continuación, mostraremos algunas formas mediante las cuales es posible ahorrarse un dinero en la inversión, especialmente en la cantidad inicial, sin que ello suponga una pérdida de competitividad.

• Alquilar un espacio compartido: En determinados negocios, no se precisa de grandes establecimientos ni escaparates donde dar a conocer el producto. Sencillamente, con contar con un despacho donde poder recibir clientes o inversores basta. Por lo tanto, para reducir el coste del alquiler, se pude trabajar desde un despacho o hasta alquilar espacios por horas.

• Trabajar desde casa: Se trata de una tendencia que cada vez está más al alza. Gracias a las nuevas tecnologías, es posible desempeñar un trabajo desde casa de la misma forma que se haría en una oficina contando con el material e instalaciones necesarios.

• Focalizar la actividad en el producto más destacado: Puede que se tenga en mente distintos productos. Ahora bien, para empezar, es importante que el cliente reconozca la empresa y su actividad. Para ello, es más fácil entrar mediante la promoción de un producto estrella y, a partir de aquí, incorporar en la campaña de marketing todos los otros.

• Asistir a ferias del sector: Son espacios en los cuales se reúnen especialistas del sector y donde es posible hacer y estrechar contactos. Además, en caso de empezar con la actividad, es la oportunidad de conocer a compañías más consolidadas.

• Hacer un uso intensivo de las redes sociales: Son una fuente básica de contacto con el público potencial. Hay que estar presente de forma activa en las redes sociales y estimular la interacción constante con los usuarios. No solamente hay que tener abierta la cuenta en cada una de las redes, sino también utilizar cada espacio cada día para dar a conocer las novedades y responder cualquier duda que se presente.

• Negociar con distintos proveedores: La empresa debe de tener muy claros los estándares en relación a la calidad-precio que quiere conseguir con los proveedores. Para ello, no debe ceñirse en intentar convencer a uno de solo. Hay que conocer a todos los del sector y negociar las condiciones con cada uno de ellos.

• Buscar elementos de segunda mano: La imagen exterior es lo primero que percibe cualquier cliente o inversor. Por lo tanto, hay que pensar bien el diseño del espacio, de forma que transmita la imagen que se quiere mostrar. Para ello, muchas veces, tampoco hace falta adquirir grandes elementos nuevos, sino que se pueden encontrar de segunda mano en muy buen estado.

• Retribuir el equipo comercial en función de objetivos: Hay que dejar claro al equipo comercial cuáles son los objetivos por producto o servicio que debe conseguir. Estos objetivos deben ser posibles y justos. Es decir, ni inasumibles ni demasiado fáciles de conseguir, porque tanto una cosa como la otra provocan desmotivación en el equipo.