Drama nacional: el 56% de los parados tiene más de 45 años y marca otro fiasco de la reforma laboral

La contrarreforma laboral aprobada por el Gobierno en enero de 2022 se apunta otro fiasco: además de no acabar con la prevalencia de los contratos temporales, ni con el paro juvenil, los datos publicados por el Ministerio de Trabajo referidos a enero de este año muestran que el 56% de los casi tres millones de parados registrados son mayores de 45 años, frente al 54% de 2021 y el 48% de 2020, justo antes de la pandemia.

A cierre de enero un total de 1.624.904 personas mayores de 45 años estaban en las listas del paro, cifra sólo ligeramente inferior a la de 2021 y a la de 2019 -1.636.424- pese a que el desempleo ha bajado en mayor medida por la mejora de la economía tras el hundimiento del PIB en 2020 por el coronavirus -que todavía no se ha recuperado-. En definitiva, cae el paro general pero apenas se reduce entre los mayores de 45 años, según los datos del Ministerio que dirige Yolanda Díaz. 

Este ejercicio no ha empezado bien para los trabajadores con más experiencia, los mayores de 45 años. En enero han firmado casi 100.000 contratos menos que en el mismo mes de 2022, frente a los 67.000 contratos menos firmados por los menores de 25 años. La cifra de contratos firmados por mayores de 45 años en enero es la tercera peor cifra en un año. Además, la cifra de contratos indefinidos firmados por este colectivo de la sociedad también cae en el primer mes del año.

No es una situación puntual ya que a lo largo de 2022 ya se destruyó empleo entre los más mayores, lo que supone un grave problema ya que en muchos casos se trata de ciudadanos que están cerca de jubilarse y sufren un importante golpe en el cómputo de su pensión.

Se trata sin duda de un drama para un país: los trabajadores con más experiencia, los que más pueden aportar a las empresas, tienen cerrado el mercado laboral y quedan abocados a solicitar algún subsidio que salen de los Presupuestos generales.

Reforma laboral

El Gobierno en general y Díaz en particular presumen de que la reforma laboral en vigor desde enero de 2022 ha conseguido acabar con la temporalidad y dar estabilidad en el empleo. Pero los datos muestran que cuatro de cada cinco contratos firmados en enero son temporales, ya sea en su modalidad de indefinido temporal o fijos discontinuos.

Además, los despidos durante el periodo de prueba se han disparado por la obligatoriedad que tienen ahora las empresas de hacer contratos indefinidos, y muchos ciudadanos tienen que acudir al pluriempleo, según demuestra el hecho de que en 2022 se firmaron más de siete millones de contratos y el paro sólo bajó en 268.000 personas.