La Bolsa vs Sánchez: le acusan de ahuyentar a los inversores internacionales por los nuevos impuestos

La participación de los inversores extranjeros en la propiedad de las empresas cotizadas descendió el 1,1% en el año pasado, hasta el 48,8%. Las accionistas internacionales continúan como el primer grupo en propiedad, pero en Bolsas y Mercados Españoles (BME) sospechan que los descensos continuarán a causa de la intervención de Sánchez en la Bolsa con nuevos impuestos y ataques a diferentes vehículos de inversión.

El informe del Servicio de Estudios de BME ‘La propiedad de las acciones cotizadas’ señala que las elevadas cifras de participación de los inversores extranjeros “subrayan la importancia de cuidar su presencia” para que las empresas puedan beneficiarse de los flujos de inversión globales que, de otra manera, “son difíciles de conseguir”. El gestor de la Bolsa española teme que esta situación desaparezca.

“Es importante que los responsables políticos entiendan que la fiscalidad es uno de los espacios de intervención con mayor impacto en la consecución de los objetivos más deseables para un crecimiento económico más equilibrado y resiliente”, exponen desde BME.

El gestor bursátil español tiene claro que hay que acabar con el Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF), conocido como ‘tasa Tobin’ y que se aplica desde enero de 2021. Un año después, la inversión internacional ha caído. “La fuerte presencia de accionistas extranjeros en las principales empresas españolas y la importancia del mercado bursátil para dotar de valor y liquidez deberían ser argumentos de mucho peso contra el ITF” dada la situación actual de la economía y los mercados.

BME es clara: “Es un impuesto no consensuado con la Unión Europea, el mercado bursátil español, y por ende las principales empresas españolas cotizadas, están siendo injustamente penalizadas como alternativa de inversión. Tiene efectos perniciosos para España como destino de inversión”.

El gestor de los parqués nacionales habla de “falta de decisión” del Gobierno para apoyar un “mapa fiscal” competitivo en términos internacionales dada la “necesidad que tiene la economía española de capital”. La crítica va a más y habla de “falta de sensibilidad” con la desaparición de incentivos a la inversión en pymes a través de vehículos de inversión colectiva, el tratamiento a las sicav, las cotizaciones de los ETF, los Certificados de inversión en la Bolsa española o las socimis. Este último vehículo es “muy apreciado por el capital internacional”.

La Bolsa tiene claro que la presencia de fondos e inversores institucionales internacionales en las empresas españolas “son elementos determinantes para alcanzar dimensiones más acordes con las exigencias competitivas actuales”. Destaca el plan para impulsar la Unión de los Mercados de Capitales Europeos (CMU), que recoge como fundamental la promoción de medidas que incentiven la financiación de las empresas a través de los mercados.

La situación también se traslada a los inversores institucionales españoles que apenas son representativos en la cotizadas españolas. Entre todos suman el 7% de la capitalización bursátil a cierre de 2021. Se trata un rebote de 6 décimas respecto a 2020, pero todavía lejos de su nivel máximos registrado en 1997 y 1998 cuando sumaban el 10,2% del valor total de la Bolsa española.

BME habla de “falta de incentivos para que el inversor institucional español apoye al tejido empresarial cotizado”. La situación se traduce en un “hándicap”, sobre todo para las cotizadas de menor tamaño “que atraen en menor medida al inversor extranjero”. La gestora cree que para revertir esta situación es “importante” que las autoridades nacionales lo tengan presente “en un momento económico tan delicado y con retos de competencia, cambio y transformación tan intensos”.