Vinicius y Benzema levantan al Madrid
Un gol Vinicius en la primera mitad y otro postrero de Benzema permitieron al Real Madrid llevarse la victoria ante el Levante en un partido en el que pudo golear y acabó salvado por su fenomenal portero. Otra vez Courtois sostuvo a los de Zidane en los momentos claves y otra vez el equipo blanco demostró su incapacidad para gobernar los partidos y su gusto por vivir al borde del ataque de nervios.
Por una vez, y sin que sirva de precedente, Zidane puso el once que habría puesto cualquiera. Mi madre, la enfermera del centro de salud o el repartidor de Amazon. Con las bajas que presentaba el Real Madrid (de Carvajal a Hazard pasando por Kroos, Odriozola y compañía), el técnico tenía las habas contadas, así que prefirió el sentido común a inventar el fútbol.
Nacho era el lateral derecho, Valverde aportaba vigor junto a Modric y Casemiro y Vinicius hacía de Hazard. La otra gran novedad, la titularidad de un Marco Asensio que hasta (medio) cojo es titular en este Real Madrid venido a menos, capitidisminuido desde que se fue Cristiano hace ya tres veranos. Repetían todos los demás de Courtois, el mejor del equipo en este arranque liguero, a Benzema (inédito en goles), pasando por el capitán Sergio Ramos.
Enfrente estaba el Levante, uno de esos equipos poco glamourosos pero muy bien entrenados. Un equipo coral, descarado y con gol, esa asignatura pendiente del Real Madrid. El partido, que se jugaba en Villarreal porque el Levante también se está haciendo un estadio nuevo, arrancó con ritmo y vértigo.
Una ocasión para el Real Madrid en un pase de Modric que no pudo alcanzar Benzema y una amarilla a Casemiro fue el saldo de los tres primeros minutos de juego. Siguió dominando el equipo de Zidane con una buena presión alta y unos ubicuos Casemiro y Modric. Se cocía el gol del equipo blanco, que llegó de la forma más inesperada: en un córner y por obra y gracia de Vinicius.
Vinicius desatado
El brasileño marcó, posiblemente, su mejor gol desde que está en el Real Madrid. Estaba solo en el área, controló la pelota con el muslo, miró, apuntó y por una vez su pie derecho obedeció a su cerebro y puso la pelota donde quería. Fue un golazo, ojalá que el primero de muchos con el equipo blanco.
El gol espoleó a Vinicius y al Real Madrid, que se desató ante un Levante que no sabía cómo contener el torrente futbolístico de los de Zidane. Pero el efecto gaseosa del campeón se apagó a la media hora y los granotas respondieron con un remate de Vuckevic al larguero a la salida de un córner. A Courtois le salía una flor en el momento justo.
Otra vez volvió el Real Madrid a dominar ante un Levante que concedía demasiadas facilidades atrás. Pasaron los minutos y los de Zidane se asomaban al área del Levante pero sin afinar con la espada. El problema de la falta de gol, ya saben. Y así nos fuimos al descanso, con el 0-1 y el partido encarrilado para los blancos.
Ambos equipos volvieron del intermedio con el mismo guión. Atacaba el Real Madrid, trataba de defenderse y buscar las contras el Levante. Empezaba a haber tráfico en la banda. Y Benzema seguía perdonando goles. Un disparo del francés en el 54 se estrelló contra la madera, que abortó el 0-2. Después la tuvo Vinicius, cuya picadita se marchó por un pelo a la derecha. Y después de después la volvió a tener. Sólo tenía que empujarla en boca de gol, pero prefirió hacerse un esguince de tobillo a meter gol. Falló un gol muy suyo.
Perdona el Madrid
El Real Madrid debía ir 0-4 pero su desesperante falta de gol tenía el partido en el alambre. La ley del fútbol a punto estuvo de penalizar a los de Zidane, porque el Levante tuvo un par de acciones antes de la hora para igualar el partido. Un afortunado Courtois rechazó con el pie un disparo envenenado cuando ya estaba batido. Zidane no movía ficha y a su equipo se le estaba enredando el duelo.
Como si me hubiera oído (o leído), Zizou sacó de golpe a Lucas Vázquez y Rodrygo por Asensio y Vinicius. Justo antes marcó Sergio Ramos en un golazo de cabeza, después de haberse apoyado (levemente) en un defensor. Lo anuló Munuera por un fuera de juego que no había y entonces entró el VAR para enredarlo todo. Al final el Real Madrid se quedó compuesto y sin el 0-2.
En el 77 volvió a aparecer Courtois para salvar a su equipo en un mano a mano. La parada salvadora de cada partido. El partido fue un correcalles en los minutos finales. El Real Madrid no había cerrado el duelo cuando tocaba y lo puso en riesgo al final. Resistió, sin, no sin agobios porque el equipo de Zidane vive cada encuentro al borde de un ataque de nervios. Y Benzema, que se estrenó en Liga, acabó sellando el 0-2 final para un Real Madrid que no sabe ganar sin sufrir.