El vestuario del Real Madrid, indignado: «Este calendario es una putada»
El Real Madrid tendrá que jugar las próximas jornadas presionado por saber el resultado del Barça. La indignación en la plantilla ante lo que se ve como un injusticia viene provocada porque apunta a prolongarse más allá de estas cinco primeras jornadas.
El Real Madrid afronta este tramo final del curso con cierta desventaja respecto al Barcelona. El conjunto madridista, además de tener mucho menos descanso que sus rivales -al contrario que los culés- tendrán que saltar al césped en las cuatro siguientes jornadas del campeonato con la presión de saber qué ha hecho su máximo rival y único contendiente en la lucha por el título. Algo que no gusta nada en el vestuario madridista.
La máxima igualdad que hay en la tabla obliga a ambos conjuntos a fallar lo menos posible en las 10 jornadas que restan para terminar la Liga Santander. Sin embargo, los blancos disputarán, al menos, los cinco primeros partidos, siempre sabiendo qué ha hecho el Barça y presionados por el resultado. «Este calendario es una putada», aseguran pesos pesados del vestuario.
Si se repite lo sucedido esta jornada, los madridistas saltarán al terreno de juego viendo como la distancia con los de Setién es más amplia que al comienzo de la jornada. Una circunstancia que ya han experimentado frente al Eibar, sabiendo que debían ganar sí o sí para no quedar prácticamente fuera de la pelea por el título. Algo que les hace comenzar el partido con más presión de lo que hace el conjunto azulgrana.
La indignación de los madridistas va más allá, pues parece complicado que la situación se dé la vuelta hasta el final del campeonato. Los blancos deberán acostumbrarse a esta circunstancia, porque apunta a ir más allá de los cinco primeros encuentros desde la reanudación del campeonato.
La aglomeración de encuentros en los próximos 40 días hace que sea prácticamente imposible que los blancos adelanten en el calendario a los culés, pudiéndose prolongar esta ventaja hasta las dos últimas jornadas, que serán unificadas.
Al obligado descanso de 72 horas mínimo del que deberá disfrutar cada equipo hay que sumar la negativa de La Liga a que los dos grandes disputen sus partidos el mismo día. El ‘sorpasso’ blanco en los horarios sólo podría producirse en una jornada intersemanal, en la que deberían jugar un miércoles y el Barça un jueves, pero en caso de que se diera, los blaugranas dispondrían de un descanso de cinco días desde su último encuentro, muchas más horas que el resto de rivales, lo que les daría una ventaja más que significativa.