Liga Santander: Valencia – Real Madrid

Courtois, un 9 y una flor

Un gol milagroso de Benzema en el 94, minuto mágico para el Real Madrid, tras un cabezazo de Courtois a la salida de un córner dio un punto de oro al equipo blanco en víspera del Clásico del Camp Nou.

Zidane no arriesgó con Casemiro. Prefirió guardarse al brasileño para el Clásico y probar si en el Madrid hay vida sin el brasileño. ¿Arriesgado, precavido o visionario? Veríamos. Tampoco jugaba Bale. Después de su penúltima lesión no parece que Zizou esté por la labor de que el galés muestre su mejor golf, digo su mejor fútbol. Y tampoco jugaba Militao. A falta de Marcelo y Mendy, Zidane prefirió tirar de Nacho, recién reaparecido de su lesión, para cubrir el lateral izquierdo que del defensa brasileño que, a día de hoy, sigue siendo un bulto sospechoso de 50 kilos.

Así que sin Hazard, ni Marcelo, ni Mendy, ni Casemiro, ni Bale el Real Madrid se presentaba en Mestalla con la opción de asaltar el liderato y con la idea de que un puntito podía ser muy valioso. Jugaban Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Nacho; Kroos, Modric, Valverde, Isco; Rodrygo y Benzema. Un equipo con muchos centrocampistas y con capacidad para defenderse con la pelota.

Arrancó el duelo de Mestalla con un Valencia muy organizado y un Real Madrid que monopolizaba la pelota sin profundidad. El dominio visitante se tradujo en un par de ocasiones visitantes, incluida una caída dudosa de Rodrygo en el área. Jaume Doménech evitó el tanto de Valverde con una buena mano antes del minuto 5.

De nuevo Doménech apareció para salvar al Valencia en el minuto 11 al sacar una espectacular mano abajo a un envenenado disparo de Toni Kroos. El dominio del Real Madrid era casi un asedio. Del que salió el Valencia con un par de buenas contras de Ferrán Torres. Eso sí, los de Zidane se plantaban en el área del Valencia en un pispás.

San Jaume en Mestalla

Resistía el Valencia empujado por el siempre bullicioso Mestalla mientras el Real Madrid cocinaba el partido y no precisamente a baja temperatura. Pero los minutos caían y el 0-0 seguía campando en el videomarcador del campo valencianista.

El peligro para los de Zidane estaba en las contras, porque el Valencia tenía dos balas como Rodrygo y Ferrán Torres dispuestas a buscar la espalda y las cosquillas a la zaga madridista. El propio Ferrán tuvo en su cabeza el 1-0 en el minuto 35 después de un gran centro de Gayá, pero la pelota se le fue arriba ante la salida en falso de Courtois.

La primera parte se fue diluyendo hasta desembocar en el descanso en un empate a cero entretenido y disputado, quizá a los puntos con más méritos para el Real Madrid pero incapaces de batir al infranqueable Jaume Doménech. Como infranqueable estuvo Courtois justo a la vuelta del descanso al arreglar un error de Varane y sacar un mano a mano a Ferrán Torres.

El Valencia salió como un petardo en las Fallas en el inicio del segundo tiempo: encendidísimo. Ganaba todas las pelotas divididas y el Real Madrid empezaba a echar en falta el empuje y el equilibrio de Casemiro. El partido empezaba a ponerse feo para los de Zidane, que sacaba a calentar –a desperezarse más bien– a Bale y Vinicius.

Se duerme el Madrid… marca el Valencia

El Real Madrid estaba desenganchándose del partido y Zidane se dio cuenta. Metió al campo a Vinicius y Bale y retiró a Isco y Rodrygo, desdibujados ambos en Mestalla. Era un intento de agitar el partido porque los blancos habían perdido el hilo del encuentro en la segunda parte y ya estábamos en el 70.

Fue precisamente Vinicius el que tuvo la primera en sus botas y, para variar, se equivocó. No fue capaz de levantar la cabeza y se ofuscó a medida que se metía en el área hasta provocar la desesperación de Benzema y Kroos que esperaban –y desesperaban– que les pasara la pelota con resignación cristiana.

Pero lo peor para el Real Madrid aún estaba por llegar. En una contra en la que Nacho no fue capaz de despejar de cabeza ante Wass y provocó que el equipo se partiera, nadie regresara a su sitio y que Carlos Soler, que se incorporaba de segunda línea, marcara a placer porque no había un Casemiro que le interrumpiera.

El 1-0 encendió la traca en Mestalla y Zidane metió a Jovic por Modric, otro que ni la había olido en todo el partido. A los blancos apenas les quedaban diez minutos para intentar igualar un duelo que comenzaron con el pie derecho y que estaban acabando pegándose un tiro en el pie izquierdo.

La remontada llegó con épica. Courtois subió a rematar un córner en el 94 y lo remató. Doménech rechazó el cabezazo del meta del Real Madrid y Benzema, con la caña, marcó el 1-1 definitivo. Ya saben aquello de que el Madrid nunca se rinde… y la flor de Zidane.

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