Rodrygo – Brahim, un bendito problema para Ancelotti
Rodrygo y Brahim son un bendito problema para Carlo Ancelotti en el Real Madrid
Ambos pueden marcar la diferencia en cualquier partido y escenario
«El Real Madrid no tiene once titulares, tiene más un grupo de futbolistas importantes de 13 o 14 futbolistas». Esta reflexión, que llega del entorno de uno de los hombres de moda de la entidad madridista, viene a explicar lo que ha conseguido hacer Carlo Ancelotti con su plantilla. El italiano ha formado un grupo sano y comprometido donde hay un número de hombres que pueden ser titulares en cualquier partido. Dos de ellos, obviamente, son Brahim y Rodrygo.
Rodrygo ya está consagrado en el Real Madrid como jugador capital. Un futbolista de esos que ya sabe lo que significa defender la camiseta del 14 veces campeón de Europa en momentos importantes, cuando la pelota quema. Por otro lado, Brahim se está convirtiendo en una de las grandes sorpresas del conjunto blanco este curso. Desde el club eran pocos los que dudaban sobre el rendimiento del malagueño, pero la realidad es que realidad está superando cualquier perspectiva. Es mucho más.
Ahora, desde fuera se pueden generar debates externos que apuran a Brahim y, posiblemente, el perjudicado sería Rodrygo, ya que Vinicius no va a ir al banquillo y, obviamente, Bellingham tampoco. Pero Ancelotti ve esta situación como una oportunidad para seguir teniendo recursos y hacer de su plantilla un equipo aún más fuerte.
La fortaleza de Brahim
Brahim llegó el pasado verano al Real Madrid tras consagrarse como un jugador importante en el Milan, pero con la incógnita de saber si iba a poder rendir al máximo nivel vistiendo la camiseta del conjunto blanco. En los primeros seis partidos de la temporada jugó tan sólo 45 minutos. Anceotti le dio la oportunidad de ser titular en la séptima jornada de Liga contra Las Palmas, jugó algo más de una hora e hizo un gol. Una carta de presentación que sólo era el principio de lo que iba a venir por delante.
Brahim no ha dejado de crecer a lo largo de la temporada. Siempre que Ancelotti le ha dado minutos ha dejado detalles de calidad, pero en los últimos partidos se ha convertido en un jugador capaz de ganar partidos. Siete goles y tres asistencias son los números de un jugador que se ha convertido en el recambio de Bellingham, pero que su rendimiento dentro del terreno de juego dice que debe ser aún más protagonista.
En estos meses, Brahim también se ha tenido que ganar a Ancelotti. El italiano tardó, posiblemente más de la cuenta, en darle la oportunidad. Cuando llegó en verano, por expreso deseo de la cúpula madridista, al técnico madridista le costó encontrar un papel importante para el malagueño, que en ningún momento desesperó. Más bien, todo lo contrario.
Brahim trabajó desde el día uno de la pretemporada como un profesional intachable. Daba igual si jugaba o no, él se lo dejaba todo en cada entrenamiento. El esfuerzo no lo iba a negociar y su sueño de triunfar en el Real Madrid estaba por encima de todo. Además, en el Milan mejoró un físico que Antonio Pintus ha seguido moldeando en Valdebebas. Ahora, es un futbolista mucho más fuerte y explosivo, al que cuesta mucho quitarle la pelota, tal y como se pudo ver frente al Leipzig cuando hizo el que será uno de los goles de esta Champions.
Rodrygo, un valor seguro
La otra parte de este bendito problema se llama Rodrygo Goes, el hombre que aparece en el Día D y a la Hora H. No se esconde en las grandes noches. Este curso le costó encontrarse con el gol, pero cuando lo hizo empezó a recuperar la confianza perdida. Y Ancelotti, que nunca le pierde la fe, ha sido siempre capital en todo este proceso en el que ha pasado de ser un gran revulsivo a un titular prácticamente indiscutible.
Ante el Leipzig, Rodrygo cumplió su partido número 200 con la camiseta del Real Madrid. «En su competición», como dicen los que mejor le conocen. En esa en la que debutó en 2019 haciendo tres goles al Galatasaray en el estadio Santiago Bernabéu. Desde ese día, se ha convertido en el jugador brasileño con más goles anotados en la máxima competición continental con 18 dianas y ya es el cuarto máximo goleador del equipo blanco en la Champions, sólo superado por Cristiano Ronaldo, Benzema y Raúl.
Rodrygo, en una temporada en la que alguno se atreve a cuestionarle, suma 35 partidos -30 de ellos como titular- y un total de 2.543 minutos, lo que demuestra lo importante que es para Ancelotti. Además, ha hecho 13 goles y ha repartido ocho asistencias. Es decir, ha participado de manera directa en 21 tantos de los madridistas.
En definitiva, donde algunos ven un problema, Ancelotti ve una bendición. El italiano es consciente de que si esta temporada quiere ganar Liga -que está muy bien encaminada- y Champions, necesita contar con todos sus efectivos. O, por lo menos, con aquellos que tiene disponibles.