El Madrid liga pero no enamora
Victoria cómoda y sin brillo del Real Madrid ante un Valencia en ruinas. Benzema y Kroos solventaron el duelo en la primera mitad y los de Zidane sestearon en la segunda parte frente a un equipo que jamás inquietó a Courtois. El Madrid sigue vivo en la Liga, aunque sólo un milagro se la quitaría al Atlético.
Como no hay mal que cien años dure (ni siquiera el Gobierno de Pedro Sánchez) Zidane iba recuperando efectivos. Agua de mayo para un Real Madrid corto de personal, sobre todo cualificado. Ante el Valencia regresaban Carvajal y Lucas Vázquez para que la derechita del Real Madrid dejara de ser cobarde. Y pecadora. También volvía Kroos para apuntalar el centro.
El once del Real Madrid ante el Valencia ganaba empaque con el regreso de Carvajal a su banda y de Kroos al medio. Zizou se guardaba a Lucas porque entrenador precavido vale por dos y Vinicius se mantenía como titular… por los pelos. El resto, los mismos del partido ante el Getafe. Son lentejas. En el banquillo sólo tres jugadores de campo del primer equipo: Lucas Vázquez, Isco y Mariano.
Y los del césped: Courtois; Carvajal, Varane, Nacho, Mendy; Casemiro, Kroos, Modric; Asensio, Vinicius y Benzema. Al lío pues. El que hubo en el primer minuto del partido con un penalti (sin querer) de Ferro a Benzema nada más empezar. Ni Sánchez Martínez ni el VAR entendieron la acción como falta. Y lo fue.
No se inmutó el Madrid, que se hizo con los mandos del partido y de la pelota. Casemiro pudo haber logrado el 1-0 en un disparo que se fue envenenando y que sacó con muchos apuros y casi in extremis Jaume. El Valencia replegaba tanto que compraba todas las papeletas para que el Madrid marcara primero.
Karim pega primero
Y lo acabó haciendo en una jugada individual de Benzema, que recibió la pelota en el pico del área grande y sacó un disparo seco, que se envenenó al botar delante de Jaume y se coló a su izquierda. Era un gol y un disparo al más puro estilo de Kaká en sus mejores tiempos. Los del Milan, digo.
El Real Madrid asentó su dominio después del gol. El Valencia seguía replegado como el boxeador que se protege de los golpes. Y de repente las cosas empezaron a torcerse para Zidane. Carvajal sufrió su enésima lesión muscular en una carrerita que tampoco era para tanto. Le tuvo que suplir Lucas Vázquez antes de la media hora de partido.
El Real Madrid manejaba el partido con mucha comodidad ante un Valencia tímido e inoperante. Hasta Mendy se animaba a subir y mostrar todas sus carencias técnicas, que son innumerables. Los de Javi Gracia firmaban la derrota pelota por la mínima.
Pero era una previsión demasiado optimista para un equipo derruido. Antes del descanso llegó una jugada coral del Real Madrid para abrochar el segundo. Kroos, Asensio, Modric, Lucas y otra vez Kroos, que asistió a la red. Los jugadores del Valencia no se perdieron el tanto en una defensa laxa y contemplativa. Los de Zidane se iban al descanso con un plácido 2-0 y el partido medio resuelto.
Sentencia el Madrid
Gracia hizo un par de cambios al descanso para intentar que su Valencia reaccionara. Era un intento de sacar el desfibrilador, aunque quizá demasiado tarde. El Real Madrid inció el segundo tiempo con un punto de calma, como una balada de Alejandro Sanz. El marcador le daba un colchón demasiado amplio y cómodo para no dormirse.
Courtois sacó una mano maravillosa en el 56 disparo de Wass. Mientras, Kroos se echaba la mano a la rodilla derecha, inflamadísima después de una pelota dividida. Zidane puso a calentar al canterano Arribas. Mientras, el Valencia se estiraba sin complejos. Replegaba un Real Madrid visiblemente cansado.
Y justo cuando el Real Madrid más lo necesitaba llegó el 3-0. Lo marcó Mendy, ese jugador atolondrado que nació zurdo y luego se hizo diestro. Lo dio Sánchez Martínez y lo anuló el VAR. Injustamente a mi modesto parecer, que por un tobillo estaba (o parecía) en fuera de juego. Encima que había marcado con la derecha, un golazo por caerse.
Zidane suplió en el 70 a Asensio por Arribas. El balear se había gustado de más en un partido discreto. Mendy tuvo un par de apariciones en el área que habrían hecho las delicias del público si es que lo hubiera habido. Tras el gol anulado tuvo una llegada al área en la que estuvo a punto hasta de hacerse daño.
Los de Zidane, con el partido encarrilado, dejaron pasar los minutos a la espera de tiempos mejores y de seguir recuperando gente. Al final el Real Madrid obtuvo una victoria plácida y merecida ante un Valencia en ruinas que apenas opuso resistencia. La Liga para los blancos sigue siendo una utopía y un sueño, pero los sueños a veces se hacen realidad. Sólo a veces.