Un punto que sabe a poco
Un gol de rebote de Vinicius, marcado en el 88, rescató un punto que sabe a poco para un Real Madrid que tenía perdido el partido (y la Liga) ante la Real Sociedad. No merecieron perder los de Zidane en la semana del derbi del domingo en el Metropolitano que decidirá la Liga. Si no está decidida ya.
Será porque se ha acostumbrado a jugar en precario o porque los supervivientes han cumplido con creces, pero el caso es que Zidane repetía ante la Real el once de Bérgamo al 90% pesar de que la enfermería del Madrid ha empezado a vaciarse. Cierto que Odriozola, Marcelo, Fede Valverde y Rodrygo no son titularísimos, pero aunque sea para dar un respiro a los jugadores más exprimidos seguro que sirven. Sólo Mariano entraba por un Vinicius que ha perdido otra oportunidad sin Hazard, mientras que Isco se mantenía como titular luego de su notable desempeño ante el Atalanta, muy lejos de la molicie de otros partidos.
Afrontaba el Madrid otra final por la Liga, más aún tras la victoria (con V de VAR) del Atleti en Villarreal. Es lo que tiene haber tirado media Liga a las primeras de cambio. No les quedaba otra a los de Zidane que ganar a la Real Sociedad si querían plantarse en el derbi del domingo a tres puntos de los de Simeone. Y con un partido más, matizo. Un pinchazo de los blancos frente al equipo de Imanol aumentaría el grosor del colchón de un equipo rojiblanco que volvería a dormir a pierna suelta.
De salida dominó el Real Madrid y replegó con orden la Real Sociedad. Ya habría tiempo de discutirle a los blancos la posesión de la pelota. Primero defenderse, después atacar, debió pensar Imanol. Apretaba el Madrid por ambos costados y la pelota circulaba con fluidez como la M-30 un domingo por la mañana. Era un buen arranque. Sin alardes, que se me entienda.
Domina el Madrid
Estiróse pronto la Real y se asomó un par de veces por los dominios de Courtois. Respondió el Madrid con una jugadita de fútbol sala de Isco en el área donostiarra. El malagueño abrochó su filigrana con un pase para que marcara Modric, pero el disparo del croata salió repelido por una tibia rival.
La ocasión espoleó a un Madrid con un Lucas Vázquez desatado y un Modric inspirado. Mariano primero y Asensio después rozaron el 1-0. El travesaño se lo impidió al dominicano y otra vez un pie realista se interpuso en el remate del balear. También Casemiro se animaba a asomarse al área de Remiro en el ataque total del Real Madrid. Lucas y Mendy eran ya descaradamente extremos, vale que con distinta precisión y trato de la pelota. En el caso de Mendy, diríase maltrato.
El Real Madrid había roto a jugar bien y merecía el gol. De largo. Pero la siguiente ocasión sería de la Real. Una falta directa de Isak que llevaba más peligro que Pablo Iglesias en un cajero automático desvió a córner el incansable Casemiro. Y otra vez los blancos tuvieron el 1-0 en el 34. Kroos no culminó dentro del área otra asistencia maravillosa de Isco. La amplitud de los laterales permitía a los blancos jugar por dentro con mucha libertad.
La que tuvo Modric para asomarse al área de Remiro, que metió una buena mano para repeler el disparo del croata, duro y centrado. Una contra vertiginosa de Isak en el 42 fue la respuesta de la Real. No centró bien el sueco y su pase no encontró a Oyarzabal. Con ese par de ocasiones nos fuimos al descanso con la sensación de que el Madrid ganaba a los puntos pero que, como tantas veces, le fallaba la pegada para vencer por K.O.
Ni Zidane ni Imanol movieron sus fichas en el entreacto. Pero fue empezar la segunda mitad y ambos pusieron a calentar a medio banquillo. La Real obtuvo un par de córners consecutivos en la reanudación. Nacho, otra vez infranqueable, conjuró el peligro.
Portu golpea primero
Era el primer aviso realista. Y el Madrid no había salido bien tras el descanso. Así que en la siguiente llegó el gol de la Real. Lo marcó de cabeza Portu tras un buen centro de Monreal. Mención especial merece la pésima defensa de Mendy, que estuvo a por uvas en la jugada y llegó tarde sólo para salir retratado por su indolencia y despiste. Ni el Marcelo de los peores tiempos. Era el 55 y al Real Madrid se le torcía el partido… y la Liga.
Dos minutos después pudo llegar el 0-2 en un error individual de Nacho, que aprovechó Portu para centrar pero no alcanzó a rematar Isak en boca de gol. Habría sido una puntilla temprana e inmerecida para el Real Madrid. Zidane cabeceaba en el banquillo y llamaba a capítulo a Vinicius, Rodrygo y Hugo Duro. Así de una tacada. Se iban Isco, Asensio y Mariano, los dos últimos prácticamente inéditos en el partido.
Casemiro tuvo en su cabeza el 1-1 tras un córner sacado a la corta. Lamió por fuera el poste derecho de Remiro. Otra vez el Real Madrid se topaba con su falta de gol. Pero es que, claro, el Pichichi de este equipo no puede ser Casemiro. Sea como fuere, al Madrid se le empezaba a escapar el partido camino del 70.
Asediaba el Madrid y resistía la Real bien pertrechada atrás. Los blancos lo hacían casi todo bien. Bueno, todo menos rematar. Zidane metió de cuarto cambio a Fede Valverde para dar oxígeno a un Modric que había ido de más a menos. Insistían los blancos mientras el partido se les ponía cada vez más negro. Y el tiempo corría raudo en su contra.
Y corrió mientras el Real Madrid escribía odas a la impotencia con sus centros al área y sus ocho delanteros. Llegaron ocasiones postreras, como la de Rodrygo en el 83 o Casemiro en el 86, pero todo parecía en vano. Al menos fue así hasta que en el 88 Vinicius marcó su clásico gol. De rebote, claro. Su tiro iba a córner, pero tocó en Zubeldia y VAR mediante subió al marcador. El Madrid igualó in extremis y acabó rescatando un punto que sabe a oro en la semana del derbi. Pero esa ya será otra historia.