El Real Madrid se queda en cuadro para el tramo final
En cuadro, así se ha quedado el Real Madrid para este tramo final de Liga y, me temo que, también para el comienzo del Mundial de Clubes. Evidentemente hay varias cosas que no se han hecho bien esta temporada, pero lo de las lesiones escapa a toda lógica. No sólo por el número sino también por la gravedad de las mismas. Las cinco jornadas que quedan el Madrid las deberá de afrontar sin Mendy, Militao, Alaba, Rüdiger, Carvajal y Camavinga.
Lo cierto es que todavía hay opciones de conquistar el título y no sólo por lo que dictan las matemáticas. La final de Copa, durísima por su resultado final, evidenció en su segunda parte de qué modo el Madrid puede hacerle daño a un Barça muy exigido en este final de temporada. Ganar al Celta y después en Barcelona no es imposible, aunque tampoco vamos a decir que es muy probable. De darse esa hipótesis, el Barça se vería obligado a ganar al Espanyol, Villarreal y Athletic, tres partidos de bastante exigencia cuando las piernas menos gasolina tienen.
Las últimas noticias de Ancelotti y sus reuniones con Brasil han generado un ambiente extraño poco compatible con ese espíritu de remontada o clavo ardiendo. Que sea conocido el hecho de que el técnico italiano está viviendo sus últimas semanas en el Madrid no debe conllevar ciertas escenificaciones públicas que no ayudan a tensionar de la forma correcta el ambiente. Por ello, el Madrid ha querido bunkerizarse y lanzar un mensaje de unión y esperanza hasta que la Liga resulte imposible ya.
Ya llegará el momento después el momento de los anuncios y las despedidas con todos los honores. Lo único bueno del estado de la enfermería blanca es que en estos últimos partidos Ancelotti se va a ver obligado a probar algún jugador de la cantera y eso puede aclarar las dudas que pueda tener el Madrid de cara a la planificación de la temporada que viene. Tiempos de crisis, tiempos de oportunidades. El Madrid debe exigirse buscar el pleno para luchar por la Liga, peor también para volver a mostrar que la temporada que viene debe ser necesariamente muy diferente.