El Real Madrid no entra en el juego del Atlético
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El Real Madrid no va a gastar el más mínimo esfuerzo en responder al Atlético de Madrid. En el club blanco las palabras de Miguel Ángel Gil no han gustado, como es lógico, pero nadie piensa contestar a un club con el que la relación en estos momentos es prácticamente inexistente. La entidad presidida por Florentino Pérez respeta a su rival capitalino y poco más. No hay buena sintonía entre ellos desde la espantada de los rojiblancos del proyecto de la Superliga, donde entraron gracias a la insistencia de los madridistas.
El Real Madrid y el Atlético de Madrid están lejos de ser clubes amigos. Los blancos se llevan bien con casi todos los rivales, pero no es el caso de los rojiblancos. Las relaciones son frías y los pactos del pasado ya son historia. Esos de no agresión que habitualmente perjudicaban a los madridistas y que desde este verano decidieron romper definitivamente con el fichaje del lateral derecho cadete Jesús Fortea hacia la entidad de Valdebebas.
En el Real Madrid no deja de llamar la atención la facilidad del Atlético de Madrid de avivar polémicas inexistentes. En el último derbi, el disputado el pasado jueves en el Santiago Bernabéu, el problema fue el reparto de entradas y la inventada prohibición de acceso al coliseo madridista de los aficionados rojiblancos que no acudiesen a la zona acotada para la afición rival. Tras el duelo, que perdieron por 3-1, no dudaron en quejarse por la actuación arbitral. Primero Simeone en rueda de prensa y horas después el Consejero Delegado con un comunicado lleno de polémica que puede terminar en sanción después de asegurar que el club blanco ejerce presión sobre unos colegiados a los que les afecta a la hora de tomar decisiones.
En el Real Madrid también ha llamado la atención como Miguel Ángel Gil se queja en sus palabras de la protección a un futbolista que no nombra, aunque es evidente que se refiere a Vinicius Junior, después de lo sucedido en la mañana del partido, cuando supuestos aficionados radicales del Atlético de Madrid colgaron un muñeco ahorcado con la camiseta del brasileño en un puente de Madrid.
En definitiva, en el Real Madrid se observa, no sin cierto grado de incredulidad, las quejas del Atlético de Madrid y una forma de actuar que dista mucho de la de los blancos, que creen que esto también se debe a una maniobra de distracción para que sus aficionados no reparen en que en el mes de enero están fuera de Europa, de la Copa y sin opciones de Liga.