Vinicius, Valverde, Bellingham, Camavinga...

Peligro de incendio para Xabi

Xabi Alonso enfrenta los incendios en el vestuario con Rodrygo Vinicius y Valverde

Bellingham y Camavinga reclaman su espacio en el Real Madrid

Almaty activa el ‘caso Valverde’

Xabi Alonso ha tardado poco en darse cuenta de lo que significa ser entrenador del Real Madrid y de las dificultades que entraña cada decisión que se toma. El donostiarra dirige a muchos de los mejores jugadores del mundo y esto tiene muchas cosas positivas, ya que te permite competir con los mejores, y otras negativas, pues gestionar los egos de cada uno de ellos muchas veces es complicado, por no decir imposible.

En los cuatro meses que Xabi ha estado al frente del banquillo del Real Madrid, ha tenido que lidiar con varios incendios. O, como mínimo, atisbos de ellos. El primero fue el de Rodrygo Goes en el Mundial de Clubes. El brasileño comenzó el torneo como titular, pero tras ser cambiado en el primer partido de la fase de grupos frente al Al-Hilal, pasó a tener un papel totalmente secundario. El donostiarra se amparó en que todas sus decisiones correspondían a la celebración de un torneo corto, pero el runrún estuvo presente durante toda la competición.

Este primer incendio se ha sofocado, de momento. Rodrygo le dejó claro a Xabi que quería jugar por la izquierda y el donostiarra, por ahora, está cumpliendo su deseo. Eso sí, ha perdido la etiqueta de titular y está jugando en las segundas partes en muchos partidos. El brasileño, aunque no está conforme, lo asume y se centra en trabajar para revertir su situación. Aprovechar los minutos, como ante el Kairat, será importante.

Vinicius, un incendio constante

Por otro lado, está el incendio de Vinicius. El brasileño tampoco es intocable e, incluso, ha comenzado dos partidos como suplente por decisión técnica. Algo impensable en la etapa de Ancelotti. Hasta el momento, solo ha completado un encuentro y sus enfados son constantes cada vez que es sustituido. En algunas ocasiones con Xabi, quien lo maneja con la mayor tranquilidad posible, y en otras con sus compañeros, como pasó en Almaty con Mastantuono, al que recriminaba que no le diese un pase.

Valverde, el más inesperado

El último en encenderse ha sido el de Valverde, el más inesperado. El segundo capitán no jugó ante el Kairat y estuvo serio e, incluso, pasota durante el calentamiento. El uruguayo no saltó en un primer momento a calentar junto al resto de los suplentes antes del partido y, cuando se dejó ver, no fue junto a sus compañeros, sentándose solo en el banquillo.

Después, tanto cuando los jugadores del Real Madrid se fueron al descanso como cuando volvieron de él, Valverde se mostró muy serio, sin hablar con nadie. No obstante, el momento más delicado lo dejó cuando Xabi le mandó calentar. Valverde volvió a llegar el último y mantuvo una actitud de pasotismo impropia del que es el segundo capitán madridista. La guinda la puso cuando estuvo en la banda observando el partido de pie y con las manos echadas atrás, cruzadas. Hasta Bellingham le dijo algo al oído, pero nada inmutó a un futbolista que, cuando lo consideró, dejó de calentar para sentarse fuera del terreno de juego.

Bellingham y Camavinga también quieren lo suyo

Por último, otros incendios que empiezan a avivarse son los de Bellingham y Camavinga. Ambos han estado lesionados y han regresado hace pocas semanas, pero ya reclaman su espacio. El inglés no quiere perder la condición de intocable y lo hace saber a través de su entorno, mientras que el francés quiere tener oportunidades para poder competir con Tchouaméni por un sitio en el centro del campo.

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