Pablo Iglesias, el antimadridista que quiere ‘robar’ la Comunidad de Madrid a Ayuso
Pablo Iglesias tiene muchos defectos. Haría falta despoblar el Amazonas para ponerlos por escrito en un papel infinito. Y uno de ellos, que nunca ha ocultado, es su antimadridismo. Ahora, el dimitido vicepresidente del Gobierno prepara su asalto a la Comunidad de Madrid, una batalla política en la que se las verá con una madridista igual de confesa, Isabel Díaz Ayuso. Así que el 4 de mayo hay derbi. En las urnas.
La noticia de la dimisión de Pablo Iglesias, que deja su vicepresidencia para presentarse a las elecciones a la Comunidad de Madrid, fue abrupta e inesperada como un gol de Vinicius. El Marqués de Galapagar quiere enfrentarse a Isabel Díaz Ayuso para ser el mandamás de algo más que de su subvencionada organización política. Iglesias quiere mandar en Madrid y ya sin un títere por delante como en los tiempos de Carmena en el Ayuntamiento.
Se nos viene encima una sin par batalla mediática entre dos pesos pesados. En un rincón, un Pablo Iglesias, sustentado por una enorme red de medios afines y subvencionados y con el callo de varias Elecciones Generales a sus espaldas. Perdidas todas, por cierto. En el otro lado del cuadrilátero político, Isabel Díaz Ayuso, la gran esperanza de un PP huérfano de un líder con coraje y carisma.
Pero vamos a lo que nos ocupa aquí. El ya ex vicepresidente del Gobierno jamás ha hecho nada para disimular su inquina personal al Real Madrid. Pablo Iglesias es antimadridista y lo lleva a gala. Desde los años en los que presumía de ser aficionado al Estudiantes de baloncesto, El Marqués de Galapagar ha llevado muy mal que el equipo blanco fichase a sus ídolos personales como Alberto Herreros. «El fichaje de Herreros me dolió mucho porque hablamos de uno de los mejores jugadores de la historia del baloncesto español», dijo Iglesias en una entrevista en Marca.
En una de sus múltiples apariciones televisivas, Pablo Iglesias llegó a entrevistar a su referente Pepu Hernández, ex selecionador español que también perdió en su intento de llegar a la Alcaldía de Madrid, compartiendo múltiples chascarrillos antimadridistas. «Me gusta la capacidad de desafiar la hegemonía. En el baloncesto español han existido históricamente dos clubes hegemónicos, el Barcelona y Real Madrid, pero no tienen el encanto del Joventut o Estudiantes. Ellos, durante algunos años, se atrevieron a desafiar ese orden establecido. Me gustaría que Podemos fuera igual y pudiera colarles un triple al PSOE y al PP», decía entonces el ya ex vicepresidente.
Pasa del fútbol pero le gusta el Atleti
Pablo Iglesias admite sin pudor que su antimadridismo viene motivado por la capacidad económica del club que preside Florentino Pérez. «El Atleti tiene una cosa épica que es muy hermosa. Con menos presupuesto, compite con el Madrid y el Barcelona por la hegemonía del fútbol español en los últimos años, y yo siempre he sentido debilidad por los equipos más humildes», dice el candidato a medirse a Ayuso por la presidencia de la Comunidad de Madrid.
El derbi está servido en las urnas. Serán los madrileños quienes decidan el próximo 4 de mayo si quieren a un antimadridista como Pablo Iglesias en la presidencia de la Comunidad. Y puede que ese no sea su mayor defecto.
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