Modric se vuelve invisible

• Miguel Á. Gutiérrez
• 03/11/2019 18:00

Luka Modric volvía a la titularidad con el Real Madrid en Liga dos meses y medio después. Sí lo hizo hace un mes en Champions League, en aquel empate a dos ante el Brujas en el Santiago Bernabéu. Las lesiones, una muscular en el aductor derecho, y diferentes molestias, como una contusión en el cuádriceps derecho, han mantenido al balcánico en el dique seco bastante tiempo, de ahí su escasa participación hasta ahora.

Los 34 años que cumplió el balcánico el pasado mes de septiembre pesan ya en sus piernas. Ante Betis dejó evidente que su estado físico no es el que otrora brillaba, el que le permitía bregar durante 90 minutos por todo el campo, como un todoterreno, como un box to box de extrema calidad. Modric disputó los 90 minutos ante los béticos y su rendimiento fue acorde a su gasolina.

El croata comenzó en buena sintonía con el equipo pero su aportación se fue disipando con el paso de los minutos, llegando a ser intrascendente en los compases finales. Quizá el croata aún no estaba preparado para disputar los 90 minutos ante los verdiblancos pero el partido lo requirió así y aguantó sobre el césped pese a ello, aunque se notó en exceso que su batería estaba ya en números rojos durante el arreón final de los blancos.

Solo ha jugado siete partidos esta temporada

Durante este tiempo de inactividad de Modric, que ha disputado solos siete partidos, tres como titular, superando por poco los 360 minutos –cuatro partidos completos–, un jugador ha emergido pidiendo su sitio y espacio en los planes de Zinedine Zidane: Fede Valverde. El jugador uruguayo ha cumplido con creces hasta el momento, siendo un habitual en las alineaciones del técnico francés. El joven de 21 años está en plena madurez de su juego y demuestra tener gasolina de sobra para garantizar su nivel durante un partido completo. Le ha podido ganar la titularidad al croata.

Pero en la cabeza de Zizou está en estos momentos recuperar el mejor nivel de Modric, un jugador imprescindible en sus planes que, gestionado como es debido, puede dar unos picos de rendimientos que puede ser determinantes en el transcurso de la temporada. El balcánico está en el ocaso de su carrera y el entrenador francés debe encontrar la fórmula para que sus minutos sobre el césped sean lo más rentables posible. Hay una fecha marcada en rojo en el calendario: el martes 26 de noviembre en el Santiago Bernabéu, duelo ante el PSG en la Champions League.