Messi, ‘ausente’ en el Bernabéu: quinto partido seguido sin marcar al Real Madrid
Messi no vivió su mejor noche en el Santiago Bernabéu. Siempre lejos de su zona preferida, se vio superado por un Real Madrid que fue mucho mejor en el Clásico.
Con Cristiano en uno de los palcos del estadio Santiago Bernabéu, la mayor atracción del Clásico que midió en el Santiago Bernabéu a Real Madrid y Barcelona era Leo Messi. El único hombre que puede decir que tiene en su casa seis Balones de Oro, aunque su noche estuvo lejos de ser la del mejor. Un enorme equipo blanco desactivó a los azulgranas y al propio Leo, que acumula ya cinco partidos consecutivos sin marcar a los blancos.
El Real Madrid supo parar al astro argentino durante los primeros 45 minutos de partido. El compromiso de los blancos, que defendieron en bloque, tal y como demanda Zidane siempre que tiene ocasión, apartó a Messi de la frontal del área, la zona donde más peligro crea. Sólo cuando el Barça fue capaz de aglutinar la posesión y en los mínimos despistes que tuvo atrás el Madrid, como el que originó un mano a mano entre Leo y Courtois que terminó ganando el belga, inquietó de verdad a los hombres de Zidane. Luego, su mera presencia hace que nadie se pueda relajar, pero lo cierto es que los blancos se remangaron para hacer sufrir mucho al ‘10’ en unos primeros 45 minutos en los que no fue capaz de encontrar su juego.
La segunda mitad arrancó con el Barcelona dando un paso al frente, pero incapaz de encontrar a Messi. El único hombre del equipo dirigido por Quique Setién capaz de hacer algo diferente. Esa mejoría azulgrana duró lo mismo que tardó el Real Madrid en hilar dos pases buenos y comenzar su festival futbolístico. Un rodillo blanco pasó por encima del Barcelona y Messi pasó de emplearse en defensa a, simplemente, desaparecer del escenario más importante del planeta fútbol.
El partido de Messi sólo se quedó en el miedo que genera su figura. El argentino no tuvo su noche y en el Bernabéu no fue capaz ni de desnivelar la balanza cuando el duelo estaba igualado ni de volver a coger las riendas de su equipo tras ver como el Madrid se hizo amo y señor del encuentro. Siempre lejos de su zona de influencia, de donde es capaz de cambiarlo todo en un instante, Leo no vivió su mejor noche en Chamartín, que terminó con una entrada impropia de él a Casemiro que le costó la amarilla. Esta vez, el Bernabéu no fue su jardín.