Marcelo, leyenda por convicción
La carrera de Marcelo en el Real Madrid ha sido legendaria. Sólo Paco Gento está a la altura de un futbolista de época, que siempre tuvo claro que podía triunfar vestido de blanco. El brasileño se despide tras haber ganado 24 títulos, más que nadie. En su última temporada tuvo el honor de igualar, primero, y superar, después, a La Galerna del Cantábrico. Una leyenda que, como otros muchos, no lo tuvo fácil al principio.
Marcelo fichó por el Real Madrid en noviembre de 2006 con 18 años recién cumplidos. El equipo blanco, que llevaba siguiendo al lateral izquierdo desde hacía un año, se movió muy rápido para conseguir arrebatárselo al Sevilla, que llegó a un acuerdo con el Fluminense. En 48 horas y con la inestimable ayuda de Juan Figer, representante uruguayo y ayudante de la entidad madridista en el mercado sudamericano, consiguió hacer llegar una oferta al club brasileño que fue aceptada. El capitán tuvo mucho que ver, ya que como él mismo ha contado en alguna ocasión tuvo muy claro que si la propuesta madridista era real sólo quería jugar en el, por aquel entonces, nueve veces campeón de Europa. Como ha cambiado una historia de la que es protagonista.
Llegó al Real Madrid en otoño y no debutó hasta enero, meses en los que se especuló con dónde iba a jugar. De hecho, fue uno de los temas de su primera rueda de prensa, donde no tardó en aclarar sus intenciones: «Yo he venido aquí para ayudar al Real Madrid, y lo que ellos resuelvan para mí es lo que voy a hacer. Estoy preparado para jugar donde el Madrid decida que debo jugar».
El Real Madrid veía que Marcelo podía crecer en el Castilla, que militaba en Segunda División aquella temporada, pero entonces Fabio Capello cambió el plan. «Cuando llegué me dijeron que iba a jugar en el Castilla y yo estaba encantado de la vida, pero Capello dijo que no, que tenía que entrenar con el primer equipo», explicó el brasileño. El entrenador italiano le vio las cualidades que con el paso de los años ha ido demostrando. Le tocó sufrir a sus órdenes, pero aprendió unos conceptos defensivos que no tenía y que le ayudaron a mejorar.
“Yo del Madrid no me muevo”
La primera temporada de Marcelo fue compleja. Si en un primer momento la intención del Real Madrid era que jugase en el Castilla, más adelante los planes pasaban por una cesión. «Cuando tenía 18 años un directivo me llamó a su despacho en el Bernabéu y fui solo. Me dijo que querían cederme a otro club para que cogiese experiencia y que querían que volviese al año siguiente. Le dije que no me iba a mover del Madrid. Fue el peor momento porque sabía que el equipo no me necesitaba, pero fue el momento en el que más fuerte he sido», relata el propio jugador.
Finalmente, Marcelo ni jugó en el Castilla ni se marchó cedido. Se quedó en el Real Madrid en la última temporada de Roberto Carlos, su gran apoyo, y con el paso de los años fue creciendo hasta convertirse en un jugador de leyenda. El brasileño levantó su último título el pasado 28 de mayo en París, la Decimocuarta, pero para la eternidad queda todo lo que ha conseguido como jugador blanco.
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