El Madrid pierde la cabeza y a Hazard
El Real Madrid, una vez más, fue víctima de su propia falta de pegada y acabó sucumbiendo ante un Levante que supo resistir casi 80 minutos y lograr el triunfo con un golazo imposible de Morales. Los blancos pierden la cabeza de la Liga y, lo que es peor, pierden a Hazard, que volvió a lesionarse el tobillo y es más que duda para los compromisos de la semana que viene. Casi nada.
Con el City a la vuelta de la esquina y el Clásico a vuelta y media, Zidane optó por presentar una alineación muy titular, quizá porque más vale Liga en mano que Champions volando. La vieja guardia al completo, incluidos Marcelo, Isco y Modric, formaban en el once del Real Madrid para medirse al Levante. Curiosamente, era el equipo que alcanzó el cénit del fútbol de Zidane en la final de Cardiff con dos retoques: Courtois por Keylor y Hazard por Cristiano Ronaldo.
Fede Valverde y Mendy, que se han ganado más por su esfuerzo que por su talento la camiseta de titulares del Real Madrid, descansaban porque les va a tocar correr más que a Forrest Gump en los dos duelos de la semana que viene. Enfrente estaba un Levante que es uno de esos pocos equipos que juega a tumba abierta sin miedo a destaparse atrás y coger frío por los pies.
El partido salió con nervio como un mal filete. Ambos equipos apretaban arriba y buscaban sin entretenerse el área contraria. Un Levante muy atrevido y plantaba la línea defensiva en la divisoria de ambos campos. No se amedrentó el Real Madrid y eso que Ramos primero y Marcelo después se llevaron un par de cornadas a destiempo. Se inhibió Hernández Hernández en ambas, no en la primera de Ramos en la que desenfundó raudo la amarilla.
El Madrid aprieta…
Picados con el árbitro los jugadores de Zidane se dedicaron a atacar. Antes de los diez minutos Benzema desperdició un mano a mano ante Aitor con un tiro manso y flojito. Después la tuvo Modric con una media volea que le salió un poco centrada. El Real Madrid había entrado al partido con el pie derecho.
La tercera, ya en pleno despendole futbolístico del Real Madrid, la tuvo Casemiro con un cabezazo tras cantada de Aitor que lamió por fuera el palo derecho de la meta del Levante. La respuesta granota fue un disparo de Roger que sacó Sergio Ramos metiendo la cabeza. Pero sólo fue un paréntesis en el domino blanco como cuando te meten un anuncio breve antes de la previsión del tiempo.
Sin embargo, caían los minutos y el Real Madrid se ahogaba en el área del Levante víctima de su falta de pegada como en tantos y tantos partidos. Modric, Isco, Benzema, todos llegaban y ninguno percutía. No daban pie con bola en el área igual que Hernández Hernández en el resto del campo. Su arbitraje estaba siendo desastroso, así por resumirlo rápido.
… y perdona
Mientras, el Real Madrid, guiado por un imponente Isco, seguía coleccionando llegadas al área como si fueran cromos. El del fallo final siempre les salía repe. Al filo del 40 la tuvo otra vez Benzema y luego Modric. Zidane se tiraba (metafóricamente) de los pelos. No fueron capaces los blancos de horadar la meta de Aitor antes del descanso.
La reanudación fue como un capítulo del Equipo A: el mismo guión otra vez. Dominaba el Real Madrid y se defendía el Levante. En el 53 Hazard tuvo la ocasión más clara del partido. El belga, trastabillado, se plantó solito ante Aitor pero le pegó fatal y disparó al muñeco. Luego los blancos reclamaron un par de penaltis en el área del Levante pero Hernández Hernández, de natural canario, se hizo el sueco.
El partido se convirtió en un correcalles, una suerte de intercambio de golpes a cara descubierta como en una reyerta callejera. Roger estuvo chupón en una contra del Levante y luego Benzema no llegó a tiempo a cazar la contra subsiguiente. Entonces a Zidane le empezaron a crecer pulgas y los enanos eran LeBron James.
Se rompió Hazard, otra vez en el tobillo malo, así que tuvo que entrar Vinicius por él. No habíamos llegado al 70 y el belga firmaba, posiblemente, su baja para el City y el Clásico. Zidane trataba de insuflar ánimo a los suyos para al menos volverse de Valencia con tres puntos y el liderato antes del Clásico. Su segundo cambio fue meter a Valverde por Isco porque el Real Madrid, a fuer de ser sinceros, se estaba partiendo por la mitad.
A los blancos se les agotaba el tiempo y la paciencia. El Levante llegó al minuto 75 resistiendo las embestidas del equipo de Zidane, afeitado para el gol desde que se fue Cristiano Ronaldo. Y no sólo eso, sino que se permitió el lujo de marcar un golazo en el 78 para apuntillar a un Real Madrid víctima de su propia negligencia en el área. Lo hizo Morales con un remate imposible de volea que pilló despistado a Courtois.
El Real Madrid no tenía ni tiempo, ni fútbol, ni ánimo para preponerse del golpe. Aun así lo intentaron los blancos pero volvieron a ser una oda a la impotencia. Conclusión: derrota del equipo de Zidane (la primera de la temporada sin Militao en el campo), adiós al liderato en vísperas del Clásico y con la presencia de Hazard en el aire. Pinta mal. Muy mal.