La gran prueba de Pintus
Pintus tendrá una temporada tremendamente exigente en la que deberá preparar a su equipo para siete competiciones
Los blancos podrían estar un año entero compitiendo
Un año de temporada: el Real Madrid se prepara para la mayor exigencia de su historia
El Real Madrid está a una semana de volver al trabajo. El flamante campeón de Liga y de Champions regresará a los entrenamientos el próximo 15 de julio. Lo hará en Valdebebas, donde se entrenará hasta que a finales de julio ponga rumbo a Estados Unidos, donde realizará una gira en la que disputará tres partidos en los que se verá las caras con el Milan, el Barcelona y el Chelsea. Luego, el 14 de agosto en Varsovia, los blancos disputarán el primero de los siete títulos, por lo que tendrán que pelear esta temporada, ya que disputarán la Supercopa de Europa contra la Atalanta.
El Real Madrid se enfrenta a la temporada más exigente de su historia. Si llegan a la final del Mundial de Clubes, los blancos habrán cubierto un año entero de competición, 12 meses, donde deberán pelear por absolutamente todo, tal y como se lo exige su escudo. Y para ello, Antonio Pintus es clave.
El preparador físico italiano, que recientemente ha renovado su contrato con el Real Madrid, ya ha confeccionado un plan para poner el físico de los jugadores que estarán a las órdenes de Carlo Ancelotti a punto. Aquellos que no han tenido compromisos con sus selecciones y que se incorporarán el 15 de julio a los entrenamientos, se tendrán que enfrentar al tradicional método Pintus, aunque en esta ocasión tendrá que tener alguna novedad.
En las primeras semanas de trabajo, los hombres de Ancelotti tendrán muchas carreras, mucho trabajo sin balón, mucha dureza, mucho estudio… Por ello, para resistirlo, todos llegan a Valdebebas con una base de trabajo ya hecha. Sí, las vacaciones son para descansar y desconectar, pero también para mantener un físico que es su principal herramienta de trabajo.
En esta situación también estarán los jugadores que han sido eliminados pronto de la Eurocopa y de la Copa América, como es el caso de Modric o Lunin, mientras que aquellos que han llegado mínimo a semifinales de uno de los dos torneos -Carvajal, Mbappé, Tchouaméni o Camavinga, entre otros- no viajarán a Estados Unidos y se someterán a un plan específico que tendrá como reto que lleguen en el mejor estado de forma posible al debut liguero contra el Mallorca.
Además, durante la temporada, deberá hacer pequeños ajustes, ya que el curso, en el mejor de los casos, podría finalizar el 13 de julio en la final del Mundial de Clubes que se celebrará en Estados Unidos. Es decir, el valle que los blancos siempre atraviesan en enero y febrero, se podría alargar unas semanas más con el objetivo de que aterricen en esta nueva competición en plenas facultades físicas.
Un año de fútbol
El arranque oficial de la Liga para el Real Madrid será el 18 de agosto en Mallorca, cuatro días después de jugar la Supercopa de Europa. En este torneo tendrá que jugar 38 partidos. Entre medias del campeonato doméstico estará como siempre la Champions, competición en la que el conjunto de Carlo Ancelotti también defiende título.
Sin embargo, la próxima Copa de Europa es diferente y estrenará en septiembre su revolucionario formato. Para exprimir más a los jugadores y, por tanto, el negocio, la UEFA amplió el número de partidos. Ya no habrá seis partidos en la fase de grupos y serán ocho. Ocho encuentros si en esa primera ronda, que se hará a modo de liga, se queda entre el primer y el octavo lugar. Si la posición es entre la novena y la vigesimocuarta, se jugarán dos partidos más. Tras eso, se juegan ya las eliminatorias a partir de octavos. Es decir, como mínimo habrá dos encuentros más a jugar en la Champions.
Además, el 18 de diciembre de 2024 el Real Madrid jugará la nueva Copa Intercontinental, una vieja competición que se quedó fuera del calendario futbolístico con la irrupción del Mundial de Clubes y que ahora regresa para ser a partido único, con la sede todavía por determinar.
En este nuevo torneo, el Real Madrid deberá jugar sólo la final contra uno de los equipos que llegará de las confederaciones miembros de la FIFA. Es decir, en vez de dos partidos como en anteriores ediciones, el campeón europeo sólo tendrá que jugar la gran final. Su rival saldrá del superviviente de eliminatorias previas de los otros campeones continentales.
Tras ese torneo, y ya en 2025, el Real Madrid jugará la Supercopa de España en Arabia Saudí. La semifinal será ante el Mallorca y la final, en caso de superar al cuadro balear, ante el ganador de la otra semifinal, disputada entre Athletic Club de Bilbao y Barcelona.
A todo este calendario se le une el mencionado Mundial de Clubes, que arrancará el 15 de junio y que se disputará íntegramente en Estados Unidos. Es decir, la temporada no acabará con la final de la Champions (que se jugará el 31 de mayo en Múnich) sino que los jugadores del Real Madrid tendrán que seguir concentrados para disputar este Mundial de Clubes con un nuevo formato. Al tener fase de grupos, el equipo blanco jugará un mínimo de tres partidos (los de esa primera ronda) y después a partir de ahí ya jugará octavos, cuartos, semifinales o final (todo a partido único), en función de cómo vaya avanzando en la competición.
Así, el Real Madrid tiene por primera vez en su historia (único club europeo que está en esta situación) el reto de pelear por siete títulos y eso provoca que haya un calendario apretadísimo que durará un año. Del 15 de julio que arranque la pretemporada hasta el 13 de julio (de 2025) que finalice el Mundial de Clubes hay un año entero de competición y concentración. Lo nunca visto.
Las quejas de Carvajal
Uno de los jugadores que han alzado la voz durante esta Eurocopa has dio Carvajal. «El año que viene hay una Supercopa fuera de España, un Mundial de Clubes que te aparta de casa otro mes entero, una Champions con dos partidos mínimo más, que si no te metes entre los ocho primeros son cuatro más, pues es un calendario inviable. Es imposible que los jugadores mantengan el nivel todo un año jugando cada tres días», aseguró.