Dueto y aleluya
Vinicius y Rodrygo, al rescate
El espectacular taconazo de Ceballos para que Rodrygo sentenciase el partido
Nunca resulta fácil encontrar los espacios contra un rival que reduce la superficie de juego a menos de cuarenta metros y que se mueve como si fuese uno. No fue un catenaccio – Al Ahly es un equipo campeón -, aunque toda la atención la volcaron en mantener la portería a cero. El Madrid tocaba, pero no desarbolaba, el juego de pase estaba falta de desequilibrio. Faltaba una jugada, pudo ser una de Rodrygo donde mostró su gran calidad, o un error no forzado. Fue esto último. Puerta abierta y Vinicius. Error y aleluya.
De picada. Así marcó Vini. Portero a los pies del brasileño y tac. Fácil. Antes, de igual modo, lo había intentado Rodrygo. Uno abrió el camino; otro, previamente, fue la inspiración. Forman dueto. Se buscan, tocan y se van, regatean y van directos a la yugular. Siempre cerca, siempre juntos para asumir la responsabilidad de un Madrid que debe de recuperar la fluidez ofensiva. Falta dinamismo; en resumen, toca aumentar el nivel de actividad para rivales mayores.
Carrera y derribo. Penalti, arriba. Penalti, abajo. La clave estaba en quien anotaba el tercero. Hubo dos de libro a Vinicius; entre medias, tras un primero no pitado, señalaron uno a favor del Al Ahly. Dos a uno, partido tan abierto como el carril izquierdo del Madrid ya que toda la ofensiva de los egipcios se centró en castigar a Camavinga. No es lateral.
Tras eso, el penalti pitado a Vinicius y el fallo de Modric. Tocaba ralentizar para acabar. Juego a dos toques, alguna imprecisión que alteraba a Carlo y un rival que perseguía un sueño hasta que apareció el doble tacón; para recordar, tuya-mía de Ceballos con Rodrygo y este hasta la cocina para ir a la final. Una más, esta sin amplitud en ataque. Todo por dentro, poco por fuera, sólo Vinicius. Esconder la debilidad y optimizar la fortaleza en los malos tiempos. Resistir, competir y ganar.
Temas:
- Rodrygo Goes
- Vinicius Jr.