El drama de la familia de Nacho Fernández por el coronavirus
Álex Fernández, hermano de Nacho, explica lo duro que es tener lejos a familiares contagiados por coronavirus, uno de ellos fallecido
No son buenos momentos para nadie. Tampoco para la familia de Nacho Fernández, jugador del Real Madrid, en la que hay varios casos de contagio por coronavirus. Su hermano Álex, que juega en el Cádiz, explica lo duro que es tener a distancia familiares que han dado positivo, habiendo fallecido uno de ellos en avanzada edad.
«Estoy viviéndolo como todo el mundo, bajo una situación rara. Es super extraño todo. Pero lo llevo de la mejor manera posible y en familia. En Madrid gente de la familia que ha dado positivo y algún familiar de avanzada edad que ha fallecido. Podemos decir que ya nos ha afectado», explica Álex Fernández en una entrevista para Diario de Cádiz.
«Esto es algo que no piensas que te va tocar vivir. Nunca se está preparado para una situación así, es imposible imaginarla. Lo que más deseo ahora mismo es que no se lleve por delante a un altísimo número de gente. Estamos en esa lucha y aportamos nuestro compromiso de estar en casa cumpliendo lo que nos recomiendan», añade el centrocampista del Cádiz, hermano del defensa madridista y canterano blanco.
Su familia, en Madrid
No es fácil vivirlo a distancia de su familia, que está en Madrid, pero las tecnologías lo hacen algo más llevadero: «Estoy en contacto diario con mi familia y, salvo lo sucedido con ese familiar de avanzada edad, estamos todos a salvo, en casa. No es desesperante aunque es cierto que estamos en una fase de mucha espera sin saber hasta cuándo será así. Vamos a tener que permanecer en casa dos semanas más. Es la sensación que tengo por lo que leo y por las noticias que me llegan».
En la capital de España la situación es bastante grave, y Álex espera que haciendo caso a las autoridades pueda solucionarse lo antes posible esta situación de alerta sanitaria: «Allí es más complicado todo, pero la gente tiene que ser fuerte y consecuente con lo que nos ha tocado vivir. No creo que sea un castigo tener que estar en casa. Ojalá la gente lo aplique al pie de la letra. La gente que tiene que trabajar en la calle, que sale obligada por esa situación, me da mucha pena. Son los que al final van a levantar esta situación pero, al mismo tiempo, son los que están más expuestos». Una reflexión que le lleva a la inevitable comparación y sentirse un privilegiado en mitad de esta película de terror».