El FC Barcelona se marchó muy molesto por los árbitros de la final de la Copa del Rey y así lo hizo saber a través de su entrenador y de varios jugadores. El equipo azulgrana acusó al trío arbitral formado por Antonio Conde, Rafael Serrano y Arnau Padrós de impedirles pelear por el triunfo en Málaga frente al Real Madrid.
Roger Grimau, un tipo conocido por su proverbial calma y que ni siquiera suele alterarse mientras dirige a su equipo en pleno partido, a duras penas pudo ocultar su cólera unos minutos más tardes de sucumbir en la final. En la rueda de prensa posterior al partido, el entrenador del Barça señaló con contundencia a los colegiados lamentando su actuación.
«En momentos determinados donde nos hemos metido otra vez han pasado cosas raras. El criterio no sé si es el mismo. Campazzo es un gran jugador, pero se pasa todo el partido apretando al límite en defensa y solo le han pitado tres faltas», lamentó Grimau, levantando la voz en su comparecencia ante los medios.
El técnico también reveló un llamativo episodio protagonizado por Willy Hernangómez y uno de los árbitros durante la final. Después de pitarle una técnica le ha dicho: «Esto no es la NBA, chaval’. Hostia…», dijo. Grimau contó esta historia en catalán y un periodista presente en la sala le pidió que lo explicara en español para que todos los presentes pudieran entenderlo bien, pero no lo hizo.
«No quiero excusarme en el arbitraje. Quizá tememos que aprender a jugar diferentes, empezando por mi posición, pero ha habido cierto momentos en los que no hemos sabido jugar ante esta dureza. No me estoy excusando ni a mí ni al equipo. El Madrid ha sido justo vencedor, pero quizá hoy sí que es una gotita que colma el vaso. Desde fuera no sé si se ve. Estamos jodidos», lamentó finalmente Grimau.
Mientras el entrenador lanzaba estas críticas en la sala de prensa, en la zona mixta sus jugadores expresaban mensajes muy similares. Fue el caso de Nico Laprovittola. «No soy de ciertas cosas ni de criticar, pero creo que la selección del arbitraje no fue buena», dijo el argentino. Aún más rotundo fue Alex Abrines. «Los árbitros nos han cortado la remontada. Hoy se han equivocado más de lo común y contra nosotros», denunció el balear. Por contra, Joan Laporta prefirió no realizar declaraciones en su salida del Martín Carpena, donde se sentó en el palco cerca de Florentino Pérez.
En cuanto al Real Madrid, desde el club prefirieron hacer oídos sordos a los lamentos del Barcelona. «En mi vida hablé de los árbitros en una rueda de prensa y no lo voy a hacer hoy. No voy a opinar de ellos. No va a pasar», aseguró Campazzo. Palabras similares pronunció Chus Mateo: «Yo no suelo hablar nunca de los árbitros, ni cuando me va bien ni cuando me va mal. No va a ser una excepción porque no lo hacemos nunca».