Bale no tiene arreglo
Bale no jugó ni un minuto ante el Valencia y su actitud en el banquillo molestó mucho a algún peso pesado y a la cúpula. Zidane contará con él cuando lo crea necesario, pero ahora mismo es el último de los delanteros.
El Real Madrid puede dejar que se marche gratis a final de temporada
La situación de Gareth Bale en el Real Madrid siempre puede empeorar un poco más. Aunque su peculiar forma de ser dejó de sorprender hace tiempo por Valdebebas, no deja de molestar. Ante el Valencia, donde volvió a ser suplente y ni siquiera calentó, el galés no mostró la mejor actitud en el banquillo improvisado que han colocado en la grada del Di Stéfano en esta nueva normalidad que también afecta al fútbol.
Durante el duelo que midió a los blancos con la entidad valencianista a Bale se le pudo ver con una actitud muy relajada en su asiento, con los pies en alto y sin tener la mascarilla puesta, algo que va contra el protocolo de la Liga. Gareth proyectó una imagen de relajación impropia de un jugador que, aunque no fuese titular, debía estar metido en el partido por si Zidane reclamaba sus servicios. Algo que al francés ni se le pasó por la cabeza.
Esta imagen, que las cámaras captaron y dará la vuelta al mundo, no ha gustado ni a los pesos pesados del vestuario ni en la cúpula del Real Madrid. En el club saben que el carácter de Bale es complicado, pero lo que no comprenden es cómo un futbolista de su experiencia no sepa que debe mantener una mejor actitud en el banquillo. Salvo que todo le dé igual, tal y como parece en los últimos tiempos.
Al que ya no le pilla de sorpresa nada de lo sucedido es a Zidane. El francés lleva tiempo sin esperar nada de Bale, aunque le da la importancia justa a su actitud. Zizou contará con él cuando lo crea necesario, pero ahora mismo es el último de los delanteros. Por ejemplo, frente al Eibar jugó en la segunda mitad, firmando una actuación muy discreta y terminando con una sobrecarga. Ante el Valencia ni eso.
Un futuro incierto
El futuro de Bale en el Real Madrid es bastante incierto. El galés no cuenta ni para Zidane ni para el club, sin embargo, sus intenciones no pasan por marcharse. El pulso que mantiene con la entidad desde el pasado año respecto a su salida ha obligado a la directiva a barajar la opción de dejarle ir gratis. Pese a que los blancos querían ingresar una importante cantidad por su traspaso, la falta de voluntad del jugador en dejar la capital hace que las pretensiones de los blancos hayan bajado hasta el punto de valorar que se marche a coste cero, pese a que le quedan dos años de contrato.
Hay que recordar que OKDIARIO ya desveló que el Bale había transmitido al club su intención de continuar. En un primer momento, vista la situación, la entidad no le iba a poner mayores problemas para continuar, pero si la situación continúa así puede ser que la postura del club cambie.