Anelka: «En el Madrid fue en el único sitio donde no me llevé bien con los jugadores»
Nicolas Anelka se ha sincerado sobre cómo vivió su única temporada en el Real Madrid, durante la campaña 99/00. El ex delantero asegura que es el único lugar donde no se llevó bien con los jugadores y vivió la competencia con Fernando Morientes como "un infierno"
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El ex futbolista francés Nicolas Anelka ha desvelado en una entrevista lo difícil que fue para él su estancia en el Real Madrid, club en el que sólo pasó una temporada, la 99/00. El ex del París Saint Germain, Arsenal o Chelsea, entre otros, ha asegurado que el vestuario blanco fue el único sitio donde no se llevó bien con los jugadores, aunque guarda el dulce recuerdo de haber marcado en las semifinales de la Champions League al Bayern para dar el billete a una final en la que llegaría la Octava. Según él, Samuel Eto’o le advirtió del clima que había con él y eso le hizo entrar «a la defensiva».
El paso de Nicolas Anelka por el Real Madrid fue fugaz. El delantero francés aterrizó en el Santiago Bernabéu en el verano de 1999, procedente del Arsenal, y apenas estuvo una temporada. Le costó hacerse con un sitio en una delantera en la que estaban Raúl González y Fernando Morientes, se sintió perdido en el vestuario blanco y tampoco encajó con la cultura española. El propio protagonista ha dado detalles de cómo fue su aterrizaje en el Real Madrid.
«Llegué de Inglaterra y estaba acostumbrado a tener una vida privada tranquila, en España es totalmente diferente. Fue difícil. En Inglaterra, cuando estás en el campo, tienes a la afición detrás de ti, pero cuando sales del campo, eres como todos los demás. Amaba eso de Inglaterra. En España, se acabó. Los fotógrafos están donde quiera que vayas. El dueño del restaurante donde estuvieras se encargaba de llamar a la prensa… Eres el foco todo el tiempo y es difícil si no buscas eso. Yo era todo lo contrario», aseguraba Anelka en una entrevista en Francia.
No sólo fue difícil para él adaptarse a un nuevo país, sino sobre todo entrar en el vestuario del Real Madrid. «El vestuario es muy difícil. El primer día no tengo ni sitio asignado… Espero a que lleguen todos los jugadores y todos me dicen: ‘Ese es mi sitio’. No tengo mi sitio y tengo que esperar a que alguien me deje uno. En ese momento me hago preguntas, me digo: «¿Qué hago aquí?», recordaba Anelka.
«Lo que me dijo Eto’o me puso a la defensiva»
«El primer día, Samuel Eto’o vino a verme y me dijo que le hiciera caso a los mayores, porque fueron a ver al presidente para preguntarle el motivo de fichar a Anelka cuando está Fernando Morientes. Cuando me dijo esto, sabía que iba a ser muy complicado. Se demostró que era un infierno. En ese momento era complicado con muchos españoles. Llegué a una familia, a un gran club con mucha presión. Tenía que demostrar en el campo», comentó el ex delantero en una charla con Jerôme Rothen en RMC.
«Estoy compitiendo con Morientes y Raúl en mi posición, y encima no estoy bien en el campo. Con los españoles es complicado. No voy a decir que Raúl fue el problema, tengo mucho respeto por todo lo que hizo. Cuando llegué al Real no hablaba español. Y no quise integrarme. El hecho de que Samuel (Eto’o) me diga que tenga cuidado me pone a la defensiva. No hago el esfuerzo y no marco la diferencia en el campo. El juego es completamente diferente al del Arsenal. Estaba acostumbrado a jugar a la contra, pensé que utilizarían mis cualidades. Querían un delantero. Trabajé en mis defectos, pero no mostré mis cualidades», valoró el francés.
Al poco tiempo de llegar Anelka al Real Madrid se destituyó a Toshack para dar el mando al frente del banquillo a Vicente Del Bosque. El francés asegura que le «guarda mucho respeto», aunque no llegó a entender su falta de minutos. «Cada vez que no lo hago bien, me vuelven a poner en el banquillo. Cuando se es delantero, se necesita confianza. Luego vino el partido contra el Barcelona en el que marqué. Jugué el siguiente partido y no marqué, así que me volvieron a poner en el banquillo. Le dije a Del Bosque que teníamos que hablar porque necesitaba confianza. ¿Por qué me vuelve a poner en el banquillo cuando Morientes puede estar cinco o seis partidos sin marcar?», dijo.
Sus goles al Bayern
El francés fue protagonista en las semifinales de la Champions League que enfrentaron a los blancos con el Bayern de Múnich. Marcó tanto en la ida como en la vuelta, siendo clave para sellar el billete a la final. «Antes de esa semifinal, no hay que olvidar que hubo un partido en el que me silbaron mientras estaba en el banquillo. En el descanso, el entrenador me dice que vaya a calentar. Me pitan 90.000 espectadores. Tengo la suerte de marcar contra el Bayern y las cosas van bien después con los aficionados. Pero no lo olvido. No tengo ningún sentimiento de venganza. Después ganamos la final. Eso es lo más importante. Soy titular en la final. Cada vez era mejor», dijo.
Anelka hizo balance de su breve paso por el Real Madrid, destacando la dificultad de jugar fuera de su posición y la competencia con Morientes. «No hay que olvidar que juego casi toda la temporada en la derecha, aunque soy un delantero centro. Cuando Raúl y yo estábamos juntos en el campo, jugábamos muy bien. Lo difícil era jugar con Morientes en una formación de tres hombres», dijo el francés.
Con todo, la consecución de la Octava le hace guardar un grato recuerdo de su paso por el equipo blanco. «Esta victoria en la final de la Liga de Campeones es muy importante, sentí que había hecho algo por el club. Mis dos goles contra el Bayern significaron que, en parte, gracias a mí ganamos la Liga de Campeones. Sentía que habían pasado tantas cosas esta temporada que me resultaba casi imposible quedarme. Sabía que no podía estar dos temporadas así. Este es el único lugar en el que no me he llevado bien con los jugadores», concluyó.
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