Iker Bravo fue agredido en Majadahonda al término del encuentro que enfrento al Rayo y al Juvenil A del Real Madrid. El delantero madridista recibió un cabezazo que le dejó dolorido, pero por suerte no se tuvo que lamentar males mayores.
El individuo le propinó en un primer momento una colleja y, a continuación, un cabezazo. Antes de que se tuviesen que lamentar males mayores, la seguridad del Real Madrid actuó rápido y metió al jugador en el autobús del equipo.
«Podría haber sido mucho más grave», aseguran en su entorno. Iker Bravo, como es habitual en cada partido que el Real Madrid juega fuera de casa, recibió varios improperios desde la grada durante la disputa del partido. El catalán está acostumbrado a esto, pero lo que no esperaba era una agresión que, por fortuna, no dejó grandes daños.
Iker Bravo, tras el partido, quiso quitar hierro al asunto y le dio la importancia justa, aunque como relatan los que le rodean, este lamentable y grave incidente es un aviso para que esté atento cada vez que juegue fuera de casa.
En lo puramente deportivo, el Juvenil A de Arbeloa sigue en muy buena dinámica y continúa con su persecución al Atlético de Madrid. Los madridistas se impusieron a domicilio al Rayo Majadahonda con dos goles de Hugo de Llanos, uno de Mesonero y otro en propia puerta.
El reto del Juvenil A del Real Madrid es intentar dar caza a los rojiblancos en el Grupo V de División de Honor. El Atlético de Madrid les aventaja en siete puntos, pero los hombres de Arbeloa tiene un partido menos y todavía resta un enfrentamiento directo contra los de Fernando Torres en Valdebebas. Un partido que será clave para conocer si los blancos puede o no superar a su máximo rival capitalino.
