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El doble decidió la eliminatoria en el tie break del tercer set

Rublev y Khachanov tumban a la Serbia de Djokovic y llevan a Rusia a semifinales

La selección de Rusia logró el triunfo en los cuartos de final de la Copa Davis ante la Serbia de Djokovic, después de la victoria de Andrey Rublev y Karen Khachanov sobre Djokovic y Troicki en el dobles decisivo.

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Un tie break del dobles que decide la vida o muerte de una selección en la Copa Davis. El nuevo formato impulsado por Piqué y Kosmos incluye este tipo de decisiones dramáticas y la Serbia de Novak Djokovic lo sufrió en sus propias carnes. Rusia acabó con la andadura del cuadro balcánico en un encuentro de dobles decisivo, dramático y decidido en el tie break del tercer set, donde Rublev y Khachanov estuvieron más inspirados que Nole y sobre todo Troicki, para seguir vivos en la Davis.

Andrey Rublev era el encargado de saltar a la pista por parte de Rusia como número dos, con el serbio Filip Krajinovic como rival. Ambos tenistas llegaban con sensaciones inmejorables en el torneo, después de cosechar dos victorias sin ni siquiera ceder un set, pero sobre el tapete de la Caja Mágica en este primer encuentro del día sólo iba a haber un jugador.

Rublev, a base de cañonazos y movilidad desde el fondo, desarboló el esquema de juego de Krajinovic, hasta desquiciarle y provocar una paliza en su contra que adelantaba a Rusia en el marcador. En tan sólo 53 minutos de juego, el joven ruso de 22 años completaba su pleno particular en los individuales de la Copa Davis y con un 6-1, 6-2 se marchaba a descansar con el trabajo realizado de forma sobresaliente y un ojo en lo que sucediera en el Djokovic – Khachanov, pues lo más probable es que tuviera que volver a intervenir en el dobles.

Le tocaba la papeleta más complicada a Novak Djokovic. El número uno serbio estaba obligado a imponerse en su duelo individual a Karen Khachanov o de lo contrario, Serbia se despediría de forma prematura de la Copa Davis. Nole saltó a la pista con las ideas muy claras y un plan de juego estructurado para acabar con un tenista algo anárquico como Khachanov, inspirado en muchas ocasiones por la puntería y potencia de sus envíos.

El primer susto vino de la mano de Khachanov, que a punto estuvo de quebrar el servicio de Nole en el tercer juego de partido, pero una vez apagadas las alarmas para Serbia, su líder pasó a dominar con puño de hierro la manga. Karen había perdonado lo que no iba a hacer Djokovic, que con el quiebre en el cuarto iba a lograr el colchón necesario para cerrar el set por 6-3 sin más apuros que una nueva pelota de break desperdiciada por el ruso en el intento de consolidación del saque de Novak.

Mucho más sólidos estuvieron ambos contendientes en el segundo set, sobre todo con su servicio. La paridad era total, aunque el dominio anímico corría a cargo de un Djokovic que esperó su momento, cansando a Khachanov y aguantando los misiles que venían del otro lado de la pista hasta que, con 3-3, decidiría apuntarse los juegos restantes en el marcador, con dos breaks de por medio, para apurar la decisión del segundo cuarto de final de la Copa Davis para el dobles.

Nole tomó la responsabilidad de nuevo y decidió, en consenso con el capitán Zimonjic, jugar el dobles junto a Viktor Troicki, con los ya clásicos Rublev y Khachanov enfrente. La igualdad prometía ser máxima, al igual que las alternativas por la condición de los cuatro de individualistas. Se adelantó Serbia con un break esperanzador, que sin embargo dio paso a un cortocircuito que les iba a costar la manga, con sendas pérdidas de saque de los dos serbios, que se quedaban caminando en el alambre y sin margen de error.

Fue entonces cuando apareció la figura de Novak Djokovic, que pasó a ejercer de director no sólo de la pareja, sino de todo un país, para impulsar a Troicki a su mejor nivel para forzar la tercera manga con un sólo break, decisivo en el desenlace. El tercer set, entre la tensión y las lagunas físicas de ambos provocó que la muerte súbita fuera la que decidiera el ganador. Tuvieron dos pelotas de partido los serbios, pero sendos fallos de un desacertado Troicki le dieron una opción a Rusia, que con Rublev de nuevo en modo héroe no iba a fallar.