La Real no puede con la Roma de Mourinho

• Hugo Carrasco @hugocarrasco92
• SAN SEBASTIÁN
• Enviado especial
• Redactor de deportes. Cubriendo a la selección española femenina y al Real Madrid femenino. En OKDIARIO desde 2017.
• • 16/03/2023 23:01
  • Actualizado: 16/03/2023 23:25

La Roma de Mourinho ya está en cuartos de final de la Europa League después de saber sufrir ante una Real Sociedad sin pegada, para hacer bueno el 2-0 de la ida. El sueño europeo txuri-urdin acabó después de que no fueran capaces de abrir la lata en un partido en el que fueron superiores, en el que las tuvieron de todos los colores para no sólo ganar, sino para darle la vuelta a la eliminatoria, pero en el que les temblaron las piernas a la hora de meter el balón en la portería.

Buscaba la Real ante su gente una remontada que se antojaba más que complicada, pero no imposible. Imanol había hecho un llamamiento a su afición para poder vivir una noche histórica en Anoeta, pero no fue suficiente para darle la vuelta a la eliminatoria ante los italianos.

Salían los txuri-urdin con un once más que ofensivo.Sin Illarra y sin Kubo, respecto a la ida, pero con Brais y Oyarzabal. Aún así, les costó mucho asentarse sobre el césped, en el que estaba mejor plantada una Roma que sabía a lo que tenía que jugar para evitar que pasase algo relevante.

Pero con el paso de los minutos dio un paso al frente la Real, a la que le faltaba encontrarse en los metros finales, donde chocaban con el entramado defensivo de Mou. Cuando mejor estaban los donostiarras llegó lo que pudo ser un golpe definitivo, justo en el descuento de la primera mitad. A la salida de un córner Smalling introducía el balón en el fondo de la portería con el brazo, por lo que el VAR lo anuló.

Tras el descanso llegó lo que pudo enganchar a los locales a la eliminatoria. Sorloth se encontró solo ante un balón aéreo y, pese a tener tiempo para reaccionar y ponerla donde quisiera, la mandó arriba. Sirvió para que el equipo diese un paso adelante y cercase el área de Rui Patricio, pero no tenían su día de cara a portería.

Quien mejor lo evidenció fue Oyarzabal, que falló la más clara del partido. El meta le paró un remate a bocajarro y el rechace se estrelló en el larguero, para botar sobre la misma línea de gol, sin rebasarla. Ya sin él en el campo, perdonó Zubimendi, que entró como un avión para cabecear por encima del travesaño.

Fue la última de un equipo que terminó bajando los brazos ante la imposibilidad de hacer un gol que les permitiera seguir soñando con que la remontada era posible. Con la Roma encerrada y sin ceder un hueco por el que filtrar el balón, el partido acabó muriendo y, con ello, la aventura europea de la Real. Los de Mourinho, por su parte, siguen con paso firme en busca de un nuevo título.