Deportes
HIZO UN PARTIDAZO

El Real Madrid vigiló y alucinó con Mbappé

El Real Madrid no perdió de vista a Kylian Mbappé durante la eliminatoria de Champions League que terminó con el Mónaco eliminando al Mánchester City de Pep Guardiola. Pero eso era lo de menos para la entidad madridista, el objetivo era ver en directo como se desenvolvía el joven delantero en un partido de máxima exigencia después de impresionar a toda Europa en el encuentro de ida. Y éste no defraudó.

Emisarios del club blanco se desplazaron hasta el estadio Louis II de Mónaco para ver en persona al galo. La entidad madridista quería comprobar como se las gastaba uno de los jóvenes con más futuro del continente y la verdad es que salieron tan contentos como alucinados. Mbappé continuó la exhibición mostrada una semanas atrás en el partido de ida disputado en Inglaterra en 45 minutos para enmarcar. El jugador monegasco fue clave en una de las mejores primeras mitades vistas en esta edición de la Champions.

Demostró todo su poderío físico en un despliegue brutal. Hizo el primer gol del Mónaco ante el City tras aprovechar un gran pase de Bernardo Silva y luego convertiría otra diana, aunque fue anulada al encontrarse en posición ilegal. En menos de 15 minutos había creado tres ocasiones claras de gol. Dos fueron para adentro y la otra se marchó por poco. Pero su actuación fue mucho más que eso. Durante todo el primer acto guió a los del Principado hacia la remontada, algo que consiguieron antes del descuento. Con 18 años, llama la atención el poderío que demuestra y la confianza que tiene en sí mismo. Encara a cualquiera, sin amedrentarse y sin mirar al rival que se enfrenta.

Mbappé superó la prueba de fuego en 45 minutos. En la segunda mitad su participación fue menor tras el paso adelante que dio el City. Pero lo que había que ver, ya estaba visto. Los emisarios del Real Madrid salieron encantados del estadio tras ver la exhibición de un jugador que con 14 años probó en Valdebebas, admira a Cristiano Ronaldo y respira madridismo por los cuatro costados. Se escapó una vez, pero el Madrid no está dispuesto a dejarle escapar una segunda.