La fórmula Mariano: paciencia, trabajo y silencio

Mariano Díaz está viviendo un momento complicado, a la vez que esperado, en el Real Madrid. Al delantero le está costando entrar en las convocatorias —no va a una lista desde el pasado 27 de agosto— y ha pasado de ser el gran atractivo de la pretemporada a no contar con minutos. Aunque Zinedine Zidane no se olvida de él.

El galo tiene muy presente al goleador. Zizou fue su gran valedor para renovarle el pasado mes de enero y el hombre que apostó por él para que continuara en la primera plantilla blanca cuando media España y parte del extranjero se peleaban por él. Ahora, cuando menos protagonismo está teniendo, el míster madridista se sigue acordando del catalán. En la última rueda de prensa previa al encuentro que enfrentará a los blancos con Las Palmas, al ser preguntado por Benzema y Morata, Zidane aseguró que «Mariano también está con nosotros y podemos jugar con él». Un balón de oxigeno para un canterano.

Y es que en los momentos más delicados es cuando aparece el verdadero Mariano. Ese jugador que pelea, pelea y no deja de pelear para ganarse la confianza de todos. Lo hizo desde que llegó al Real Madrid y, aunque ahora tiene un reto de campanillas, no dejará de luchar. Esa es la fórmula Mariano, que sólo tiene como secreto la paciencia, el trabajo y el silencio.

Tres ingredientes para convencer

Paciencia tiene y va a seguir teniendo hasta que Zizou le de esos minutos tan deseados para aprovecharlos marcando un gol o, simplemente, vuelva a poner en pie al Bernabéu cuando vaya a pelear un balón que, aunque todos saben que es muy difícil de ganar, él busca con fe. Pocas cosas le pueden gustar más al madridismo. Lo hizo ante el Celta en su primer partido oficial con la camiseta blanca. Ese es su estilo.

El siguiente ingrediente de la fórmula le sobra. El trabajo es la mayor cualidad del de Premià de Mar. Mariano es sacrificio en sí mismo. Un jugador que no deja de pelear para conseguir el objetivo. Ahora, cuando menos está contando, se machaca en los entrenamientos para demostrar que se merece minutos. Es habitual verle Valdebebas reventar las redes defendidas por Navas, Casilla o Yáñez. Aunque el quiere romper la de los porteros rivales.

Y silencio. No hay nada más importante que el silencio para un jugador joven que está empezando. Mariano sabe que se tiene que alejar de los focos y de los medios y sólo se tiene que centrar en trabajar. No es el momento de dar entrevistas y hacer anuncios, aunque en la República Dominicana —país de nacimiento de su madre— estén locos por lucir a uno de sus mayores referentes fuera de la isla caribeña. Pero no es el momento. Ahora sólo tiene que centrarse en mejorar pasando desapercibido para todos, menos para uno, Zinedine Zidane. Ya tendrá tiempo de posar ante los fotógrafos.

De esta forma y con eso ingredientes que va a exprimir al máximo, Mariano está empeñado en triunfar en el Real Madrid y no renunciará a su sueño así como así. El killer se seguirá machacando en todos los entrenamientos hasta que Zidane le de la oportunidad de saltar al césped. Ese momento llegará y en será cuando tendrá que aparecer el barcelonés. Siempre se debe confiar en Marianator, ya que no suele defraudar.