El hijo de Negreira daba clases de «coaching» a los árbitros para ‘preparar’ la temporada

• Pedro Antolinos @pedroantolinos
• Periodista. Redactor de deportes y la Comunidad Valenciana.
• • 20/02/2023 06:45
  • Actualizado: 20/02/2023 08:59

El hijo de José María Enríquez Negreira, Javier Enríquez Romero, está en el foco de la polémica en uno de los mayores escándalos de la historia del fútbol español. El ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros recibió más de 7 millones del Barcelona por «asesoramiento técnico verbal» en el que el hijo del número 2 de los colegiados en España habría tenido mucho que ver. Enríquez Romero dio clases de coaching a los árbitros antes del inicio de siete temporadas de Liga y también ofertaba clases particulares a los trencillas durante el transcurso de la competición para que «superasen sus miedos» y «las malas actuaciones arbitrales». Bastantes árbitros contrataban sus servicios como una forma de ganar puntos ante Negreira y recibían unas clases en las que se les instruía de cara a la temporada.

Durante los años en los que el Barcelona abonó una cantidad sustancial a Enríquez Negreira, su hijo ofreció servicios de coaching a los árbitros de Primera y Segunda División. Es más, incluso cobró a ciertos colegiados de la máxima categoría del fútbol español por unas clases particulares que consistían aparentemente en servicios de coaching para ayudar a éstos a soportar la presión en los partidos importantes.

«Sé que algunos árbitros le tenían contratados los servicios particulares de coaching, igual que se podía contratar a un preparador físico le podían contratar a él», relatan a OKDIARIO fuentes cercanas al estamento arbitral. Así que blanco y en botella. Además de aleccionar en sesiones grupales a los árbitros durante múltiples años en las concentraciones que tenían lugar en Santander antes del inicio de la temporada, el hijo de José María Enríquez Negreira tuvo encuentros individuales con varios colegiados del fútbol español. «Venía a recogerlos al hotel para llevarlos al estadio», denunció la pasada semana el ex colegiado internacional Andújar Oliver.

Según esgrime en su página web, Javier Enríquez trabajó entre 2008 y 2015 como mental coach colaborador del Comité Técnico de Árbitros de la RFEF. Esta etapa coincide en la época en la que su progenitor fue número dos de los árbitros en España y en la que recibía dinero del Barcelona por «asesoramiento técnico verbal» del que no existen pruebas y que, según la Agencia Tributaria, consistía en «asegurarse de que no se tomaban decisiones arbitrales en su contra, es decir, que todo fuera neutral».

De 1993 a 2009 en el CTA

A la vez que Javier Enríquez instruía emocionalmente a los árbitros de Primera División, el hijo del número dos de los árbitros en España también formó parte del cuerpo técnico de Luis Aragonés durante su corta etapa en el Fenerbahce. Curiosamente, Enríquez Romero también había trabajado con el ex seleccionador español entre 2004 y 2008. Se puede decir que el hijo de la mano derecha de Sánchez Arminio formó parte del cuerpo técnico de una de las mejores selecciones de la historia que ganó la Eurocopa de 2008.

Su mérito para ello fue ser analista del Comité Técnico de Árbitros desde 1993 a 2009, según refleja en su página web. Así que antes del coaching también hubo análisis de los colegiados. Años más tarde, sobre 2001, su padre habría comenzado a recibir dinero del Barcelona. Durante esta época, también compaginó este puesto con trabajos de analista y scout en el Valencia (con Luis Aragonés, Valdano y Ranieri), el Rayo Vallecano y el Atlético de Madrid otra vez con Aragonés. Trabajos no le faltaron.

Resulta curioso que después de que todo el escándalo haya salido a la luz, múltiples árbitros dijesen que Enríquez Negreira era un hombre sin peso en el CTA viendo el papel predominante de su hijo. El ex vicepresidente es descrito por los colegiados como un hombre «parco» en palabras y con «poca formación», aunque todos le temían porque era «el encargado de decirte si estabas en un grupo u otro», determinando así la continuidad de los árbitros en Primera División con la diferencia salarial que supone cambiar de categoría.