Healy gana en el primer golpe de Roglic a Evenepoel en el Giro

Llegó el primer día de espectáculo puro en el Giro de Italia. Primoz Roglic dio un auténtico golpe de autoridad en la segunda ascensión al muro del Cappuccini, un puerto de tres kilómetros, pero con rampas del 19%. Probó a Evenepoel y el belga no respondió. Pese a que no le pudo recuperar los 44 segundos de distancia en la general, sí que consiguió arrancarle 14″. Aún así, Remco estuvo a punto de arrebatarle el rosa a Leknessund, que lo aguantó por una diferencia de ocho segundos.

La octava etapa prometía. Después de la decepción en el Gran Sasso, primer coloso en el que los grandes de la general se dedicaron a controlarse y a no atacarse, llegaba el Cappuccini. En él, dio una exhibición Ben Healy. El irlandés se marchó en solitario durante los últimos 50 kilómetros, tras dejar atrás a sus compañeros de fuga, entre los que estaba Carlos Verona.

Pero la batalla estaba en el pelotón. Se presentaba como la oportunidad perfecta para Roglic, que no especuló en ningún momento. En el puerto lanzó un primer ataque para probar a Evenepoel y no le hizo falta más. Leknessund saltó como un resorte a por el esloveno, mientras que el de Soudal Quick-Step consiguió engancharse por un momento, aunque al final ninguno de los dos resistieron.

Cinco kilómetros fueron suficientes para que Roglic, al que se sumaron en el descenso dos Ineos, Thomas y Tao Geoghegan Hart, diera un primer mordisco a los 44 segundos que tenía perdidos respecto al Remco. El belga acabó entrando en un grupo con Almeida, Haig y Caruso y, pese a dejarse 14 segundos con su máximo rival por el triunfo en Roma, estuvo cerca de vestirse de rosa, puesto que dejaron atrás al líder Leknessund, que logró mantener por muy poco el primer puesto en la general.

Después de la primera crono, Evenepoel tendrá la oportunidad de recuperarla y reponerse del golpe de Roglic este domingo. Se disputará la segunda contrarreloj de la carrera y, sin Ganna –abandono por COVID–, el belga es el principal favorito para hacerse con el triunfo en ella. Una victoria que le permitiría recuperar algo de colchón antes de la llegada a los Alpes.