García reúne a media profesión, empresarios y admiradores en la presentación de su biografía

Después de 14 años lejos del micrófono, que no del periodismo, el poder de convocatoria de Supergarcía sigue siendo impresionante. La presentación de su biografía, Buenas noches y saludos cordiales (Ediciones Corner), ha convocado este jueves en Madrid a los amigos y enemigos de otras épocas, al seleccionador Vicente del Bosque, al presidente del Comité Olímpico, Alejandro Blanco, a directores y subdirectores de medios de ayer, hoy y siempre…

Butanito y su vida contada en 300 paginas han reunido también a decenas de compañeros de oficio, muchos de ellos criados con un pinganillo en la oreja cada noche y su voz, atiplada de exclusivas, sobre la almohada. Otros, hicieron  un master «en riguroso directo» a su lado en la redacción, o rivalizando en la de enfrente, o incluso en la de los periódicos que dejaban plumillas de guardia cada noche para poder recoger el scoop de cada programa en la edición del día siguiente.

También han acudido a la Librería Lé de Madrid los aficionados. No al deporte, o no tanto a éste como al protagonista, José María García (Madrid, 1943), «creador del periodismo deportivo que hoy conocemos», en palabras de su biógrafo, Vicente Ferrer Molina. Un hombre que acaparó poder a base de oficio, y que supo labrarse el éxito convirtiendo cada noticia en la última y a él mismo en el primero en darla. Desde sus inicios en el diario Pueblo en 1968 hasta su salida abrupta de las ondas en 2002.

Allí estaban Javier Ares, «a quien escucho cada fin de semana, y quien hace un trabajo increíble», y otros de sus chicos, como Pipi Estrada o Pepe Gutiérrez, viajado expresamente desde Barcelona para agasajar a su antiguo jefe en tantas ediciones de la Vuelta a España, subido a una moto detrás de unos ciclistas. Empresarios como Juan Palacios o Blas Herrero. Ejecutivos de postín como Luis Abril…

Y otros periodistas de cuna como Carlos Toro, Miguel Ángel Méndez, Susanna Griso… o una señora que ya no cumplirá los 80 años, Mercedes, quien se acostaba con García… y su marido a cumplir el rito radiofónico cada noche. Ambos, desplazados desde Alcalá de Henares para ver a su ídolo, pedirle un autógrafo y abrazarlo.

El autor de la biografía ha explicado los orígenes del libro, allá por 2012, cuando se cumplían 10 años del silencio en los transistores de la voz que los había llenado durante décadas. «Leí una noticia que daba cuenta de la década sin García en las ondas, y se me ocurrió entrevistarlo. Al ir a documentarme, me di cuenta de que no había nada escrito sobre él… si hasta la wikipedia le dedicaba no más de tres párrafos».

Ferrer ha explicado que era de justicia escribir el libro. «En España, somos dados a no reconocer los méritos de otro, pero esta profesión se merecía que alguien recogiera los hechos y la vida de un periodista que cambió la radio y revolucionó los medios de comunicación».

El trabajo de tres años

Así comenzó un largo trabajo de tres años «hablando con todos, leyendo y buceando hasta en librerías de viejo para encontrar los pocos ejemplares que quedan de los tres libros que escribió José María… hoy puedo decir que aquel chaval que te escuchaba cada noche está orgulloso de unir su nombre al tuyo».

Y es que el éxito del libro -ya va por la tercera edición antes de presentarse oficialmente siquiera- es testigo del rigor de sus páginas. «Vicente vino y me dijo una cosa que me convenció», ha contado el protagonista. «Me dijo, sé lo que quiero hacer, y no va a ser una felación a García. Y le contesté: adelante».

Por las páginas de la biografía pasan los amigos y los enemigos -«he cosechado infinitos de los dos, la indiferencia es lo peor»-, y todas las vivencias del «mejor reportero que han visto los tiempos y la mejor persona que he conocido», en palabras de su amigo Raúl del Pozo.

Los cientos de asistentes, media profesión periodística, asistieron a un discurso improvisado del famoso periodista: más de 45 minutos en los que tuvo para todos. Agradecimientos a los amigos, análisis del oficio de contar noticias y hasta crítica política. Allí estaba el general Félix Sanz Roldán, director del Centro Nacional de Inteligencia: «mi general, por todo lo que ha hecho usted por España y lo que le queda, por favor, ilumine a nuestros políticos».

Y sobre ‘su’ libro, Butanito dijo: «aún no lo he leído, sólo alguna parte, pero quiero agradecer al autor su limpieza, su rigor y que haya investigado todo y tanto. Y a la editorial, le pido que sea generosa con él… se lo ha ganado».