Alonso, ¿a Mercedes en 2017?

A Fernando Alonso, como la guapa de la discoteca, nunca le faltan moscones cerca roneando. Sus años de cirugía plástica a bordo del volante le han costado. Sus manos han tocado todo tipo de cuerpos de carbono pero sólo uno le llevó a la gloria: Renault. Con Ferrari o McLaren hubo rollo serio, que nunca se certificó en un matrimonio de victorias.

En su regreso a la leyenda británica, ahora con acento japonés, intenta recuperar esa sensación de título que se ha ido diluyendo conforme han pasado los años. La apuesta le está saliendo, de momento, muy cara. La salida de Ferrari rumbo a McLaren-Honda ha producido un total de 11 puntos en 22 carreras. Un resultado que, a día de hoy, convierte su decisión en un deporte de riesgo: puenting sin cuerdas.

La sensación de ver a Fernando Alonso luchar con la zona media de la tabla es como ver a Falete en el gimnasio: extraño. El MP4-31 es evidentemente superior a su antecesor, pero todavía quedan kilómetros de distancia para alcanzar a Mercedes o Ferrari. Su nivel está rozando el top 10 si solucionan sus problemas de extremo desgaste en los neumáticos; el podio, si todo marcha como ahora, llegará a final de año.

¿Y las victorias? ¿Y luchar por el título? Ambas incógnitas no tienen una respuesta certera pero si una consecuencia de no poder alcanzarse en 2017: Alonso pensando en una huida hacia delante. Porque tal y como informa el diario Marca, a Fernando Alonso le acosan cada días a cartas de amor para salir de McLaren-Honda hacia un futuro mejor.

Mercedes o Renault quieren a Alonso

Mercedes es una de esas posibilidades que podría reactivarse, tras estar cerca en 2014 con la incertidumbre de la renovación de Lewis Hamilton. En la actualidad el británico no disfruta de un momento cómodo a nivel deportivo con Nico Rosberg enseñándole el difusor en las últimas 6 carreras. La imagen estrafalaria ajena a las carreras que muestra el 44 no gusta en Stuttgart, que son los que ponen la panoja.

Toto Wolff nunca ha negado la mayor: le gusta Fernando Alonso. Y a Fernando nunca le disgustó Mercedes. Verle en una de las fechas plateadas en 2017 o 2018 depende de dos factores. El primero es obvio: que McLaren-Honda, realmente, pueda llegar al nivel de Mercedes. Fernando es un firme creyente de que McLaren-Honda es el único capaz de batir a los de Brackley a medio plazo… y Ferrari si continúa con su enorme progreso iniciado en 2015.

El otro agente de discordia tiene que ver con la famosa nueva normativa que cambiará todo el background del circo: neumáticos más anchos, libre desarrollo en las unidades de potencia y aerodinámica más agresiva. La duda es si este cambio sustancial en la Fórmula 1 se certificará en 2017 o 2018: esta primavera saldremos de dudas.

Con todo estos ingredientes, el batido ya empieza a removerse en la cabeza de Fernando Alonso. Eric Boullier ya se ha encargado, en más de una ocasión, en salir con el extintor a apagar cientos rumores de salida. Ah, y el lugar donde se forjó la leyenda, Renault, también sueña con el regreso de su último campeón. 2018 es la temporada en la que piensan volver a ser fuertes. Y si no, siempre quedarán las 24 Horas de Le Mans o el sofá de su museo en Oviedo…