La Federación ahonda en la herida del Atlético y le coloca a Gil Manzano

La Federación ahonda en la herida de un Atlético en crisis y ya, como recochineo, le coloca a Gil Manzano el domingo en el Benito Villamarín en el trascendental partido ante el Betis que los rojiblancos deben ganar sí o sí si no quieren verse apeados de la pelea por la Liga. El extremeño es el enemigo arbitral número 1 del club colchonero, hasta el punto de que incluso el director deportivo Andrea Berta llegó a quejarse públicamente tras un nefato arbitraje ante el Athletic. Sin embargo, por mucho que haya protestado contra él el Atlético, el Comité siempre acaba volviéndolo a designar, como ha sucedido en esta jornada. Le acompañará en el VAR De Burgos Bengoetxea.

Hay que remontarse muy atrás en el tiempo para encontrar el origen de los encontronazos entre Gil Manzano y el Atlético que además responden todos, sin excepción, a un patrón común: las equivocaciones siempre van en contra de los intereses rojiblancos. Así sucedió en la temporada 14-15, en la eliminatoria de Copa del Rey ante el Barça, cuando dio validez en el Calderón a un gol azulgrana tras clarísima mano previa de Jordi Alba y luego, para colmo, expulsó en el vestuario al capitán Gabi por protestarle.

Aquel fue el primer episodio grave, pero ni mucho menos el único. La persecución de Gil Manzano al Atlético viene de muy lejos, como demostró OKDIARIO al publicar un WhatsApp del hijo de Enríquez Negreira jactándose de que el extremeño pitó a favor del Barça para eliminar al Atlético en las semifinales de la Copa del Rey 16-17, dejando sin sanción un penalti sobre Torres y anulando un gol legal de Griezmann.

El 6 de abril de 2019, de nuevo en un Barça-Atlétic, pero ahora en el Camp Nou, con empate a cero en el marcador paró el partido de repente y se fue hacia Diego Costa, al que sacó tarjeta roja directa. Luego diría en el acta que el brasileño le insultó gravemente. Nunca se pudo demostrar la aseveración del árbitro, pero el Comité aplicó el principio de autoridad y castigó con ocho partidos al delantero de Lagarto. El Atlético acabaría perdiendo 2-0 con dos goles de Luis Suárez y Messi en los cinco últimos minutos del encuentro.

El 18 de septiembre de 2021 el Atlético recibió al Athletic y el partido acabó sin goles, algo en lo que tuvo mucho que ver Gil Manzano, que expulsó a Joao Félix mostrándole dos tarjetas consecutivas, la primera inexplicable y la segunda prescindible. Todo nació a los 78 minutos cuando el portugués forcejeó con Unai Vencedor. Gil Manzano, sin dudarlo, se echó la mano al bolsillo y el jugador, indignado, le recriminó la acción llevándose el dedo a la frente. La respuesta del árbitro extremeño fue sacarle inmediatamente la roja.

Al final del partido los rojiblancos explotaron. El más enfadado, sin embargo, fue el director deportivo Andrea Berta, que según reflejó Gil Manzano en el acta le dijo que «era muy malo». «Al finalizar el partido, el Director Deportivo Don Andrea Berta (identificado por el delegado de su equipo), en primer lugar se dirigió al cuarto árbitro diciéndole: «Este árbitro es muy malo, no va a volver a venir aquí». Seguidamente, entró al terreno de juego para dirigirse a mí diciéndome: «Aquí nunca más, aquí nunca más»».

Como llovía sobre mojado, el Comité estuvo muchos meses en volver a mandarlo al Metropolitano. Regresó en abril de 2022 ante el Granada y la volvió a montar dejando sin sanción una entrada a Griezmann en el área andaluza que no sólo le rasgó la media, sino que lo dejó sangrando. Según el peculiar árbitro extremeño ahí no había pasado nada.

El último encontronazo entre Gil Manzano y el Atlético fue en el derbi ante el Real Madrid del pasado febrero, cuando de manera absolutamente desproporcionada expulsó a Correa en un choque con Rudiger, dejando a los rojiblancos con un futbolista menos. El error arbitral fue tan manifiesto que el Comité de Competición desautorizó el acta, dejando la tarjeta roja al delantero argentino en la mínima sanción. «Sería bueno que todos pudiéramos competir de la misma manera», dijo un tristísimo Simeone al final de aquel partido.

No hubo incidentes a destacar en el Atlético-Sevilla de Copa de la pasada temporada, la última vez que los rojiblancos se han encontrado con el extremeño, pero es la anomalía en una larga lista de desaciertos en los que se ha llevado por delante eliminatorias de Copa y, en consecuencia, posibles títulos. Sin ir más lejos también la montó en el Sánchez Pizjuán en el Sevilla-Atlético de la temporada 20-21, en la que los de Simeone fueron campeones de Copa, concediendo el gol sevillista pese a una flagrante falta previa. Una más en la lista de un árbitro que, mezclado con el Atlético, produce el mismo efecto que el aceite y el agua. Se repelen.