A falta de Pogba o Neymar el fichaje es… James Rodríguez

Estadio de La Rosaleda, Málaga. 21 de mayo de 2017. James Rodríguez disputa 24 minutos en el partido en el que el Real Madrid se proclama campeón de Liga. Será la última vez que el colombiano vista la camiseta blanca. Este sábado, 818 días y más de dos años después, James podría volver a disputar un partido con el equipo madridista. De Zidane depende.

Precisamente Zizou habló bien de James Rodríguez –y eso es noticia– en la rueda de prensa previa al partido de Balaídos. «James está en forma y estoy contento de tenerle en mi plantilla», dijo el técnico madridista horas antes de oficializar su convocatoria para el partido ante el Celta.

Será porque a falta de Pogba, de Neymar, de Eriksen o de Van de Beek, Zidane se conforma con fichar a James, un futbolista que, al igual que Bale, era carne de traspaso a comienzos de verano pero que, a falta de un par de semanas para que se cierre el mercado, sigue en la plantilla del Real Madrid. Y encima es uno de los pocos ilesos de la pretemporada horribilis del equipo de Zidane.

La realidad es que James Rodríguez nunca fue un intocable para Zidane. Ambos acabaron chocando porque el colombiano quería tener el mismo rol de estrella que la BBC. En su última temporada de blanco, la del doblete Liga-Champions, James fue uno de esos miembros decisivos de la segunda unidad que dio la Liga al Real Madrid, pero no se resignó a ser suplente y emigró a Alemania.

En el Bayern James demostró su talento, aunque también su irregularidad hasta el punto de alternar partidos de puerta grande con otros de bronca y almohadillas. Los alemanes no ejecutaron su opción de compra por unos asequibles 42 millones y el colombiano ha vuelto al Real Madrid.

Llegó a tener las maletas hechas para cruzar de acera al Atlético pero, a día de hoy, sigue en el Real Madrid. Y en un ambiente enrarecido y con el madridismo con más dudas que ilusión, quién sabe si James Rodríguez puede ser el brote verde que necesita Zidane. O el clavo ardiendo, tanto da.