Eterno Valverde: se exhibe en el GP Induráin y vuelve a ganar 582 días después

Alejandro Valverde es eterno. El ciclista murciano afronta el que es probablemente su último año como profesional, una temporada para disfrutar y para la cual se ha preparado a destajo. El premio, que se le atragantaba desde la Vuelta a España de 2019, le llegó en forma de triunfo 582 días después del último, en un GP Miguel Indurain en el que el Bala superó a todos sus rivales por piernas, tesón y experiencia, y pudo levantar los brazos para delirio del mundo del ciclismo, feliz con una nueva exhibición de la leyenda de Movistar Team. 

Con un cartel superior, el clásico GP Indurain representaba la gran opción de Valverde para volver a ganar. 2020 le dejó en blanco, en un año de pandemia en el que el Bala aportó, como siempre, pero no pudo mostrar el colmillo que le caracteriza. Sin embargo, en la Volta ya había enseñado sus piernas, antes de una prueba, en Estella, que le dejaba en el tope de los candidatos al triunfo.

Valverde supo esperar su momento y una vez en los últimos kilómetros, asestó dos ataques marca de la casa que sirvieron primero para seleccionar la carrera y más tarde para decantarla de su lado. La arrancada inicial de Alejandro le permitió llegar a cabeza de carrera, donde tuvo que tirar varios kilómetros de su compatriota y amigo Luis León Sánchez, sabedor de su superioridad en cuesta ante el ciclista de Astana.

Poco importó que Lutsenko, corredor todoterreno donde los haya y compañero de equipo de Luisle, llegara hasta la rueda de ambos e incluso les superara antes de la última subida a Muru. Una vez ahí, y con escasos segundos cedidos, Alejandro comenzó la progresión para, una vez alcanzado su rival, dar la estocada definitiva que le llevaba a una celebración especial en la meta. Valverde vuelve a hacer, a semanas de cumplir 41 años, lo que mejor sabe. Ganar, ganar y ganar.