España – Grecia: Tragedia griega

• Iván Martín @ivanmartincu
• Redactor de deportes en OKDIARIO. Información del Real Madrid y de la selección española.
• • 25/03/2021 22:37
  • Actualizado: 25/03/2021 23:09

España comienza con mal pie su camino hacia el Mundial de Qatar que se celebrará en 2022. El combinado nacional empató (1-1) ante Grecia en el estadio Nuevo Los Cármenes de Granada. Morata hizo el gol de los de Luis Enrique en el primer tiempo, mientras que en el segundo acto llegó la igualada de los helenos tras un penalti más que dudoso.

Luis Enrique sorprendió desde el inicio. No en la portería, donde parece que Unai Simón es el guardameta titular de España, pero sí en la defensa. El asturiano decidió apostar por Marcos Llorente de lateral derecho, demostrando que el futbolista del Atlético de Madrid puede jugar de casi todo y casi siempre bien. El resto del equipo, más o menos, el esperado. La pareja de Sergio Ramos fue Eric García, Gayá ocupó el lateral izquierdo, Rodri estuvo en el mediocentro, Canales y Koke en la creación, mientras que el tridente ofensivo era el habitual: Ferran, Olmo y Morata.

El guion del encuentro al comienzo era el esperado. De hecho, John van ‘t Schip, seleccionador griego, ya lo advirtió en la rueda de prensa previa al duelo ante España. La intención del combinado heleno era formar un muro que frustrase a los chicos de Luis Enrique y durante más de media hora lo consiguieron. España tocaba y tocaba, pero sin generar el más mínimo peligro a una zaga griega que en alguna fase del partido empujó al combinado nacional a la desesperación. Una oportunidad de Koke, donde gozó de dos disparos que fueron repelidos por la zaga griega, fue la única oportunidad del equipo nacional para inaugurar el marcador de Los Cármenes. El resto nada.

Ni por la banda con Ferran, ni por el centro. No había manera de derribar ese muro griego, hasta que Canales rompió al espacio, lo que permitió que Dani Olmo se liberase y se sacase un disparo que se estrelló en el travesaño. Este latigazo sorprendió a la defensa griega, que justo después vio como Koke le servía un gran balón a Morata, para que el delantero de la Juventus controlase con el pecho y sin dejar caer la pelota batía al meta rival. Tras más de media hora de tortura por la defensa de Grecia había conseguido adelantarse. Lo que vendría después ya iba a ser mucho más sencillo. O eso parecía.

Un penalti más que dudoso

La segunda mitad comenzó con novedades, ya que Sergio Ramos fue sustituido por Íñigo Martínez, y con otro aviso de Morata, que apunto estuvo de sorprender con un disparo desde la frontal. Todo iba sobre ruedas, hasta que el árbitro pitó un penalti del central del Athletic más que dudoso. En una jugada parecida en la que Modric vio amarilla en la última jornada de Liga ante el Celta, en esta ocasión el juez de la contienda señaló una pena máxima después de que el jugador español despejase y en la inercia golpease a un jugador griego de manera totalmente involuntario, aunque vio hasta amarilla. Bakasetas, encargado de tirarlo, no falló para poner el empate en el marcador. Tocaba volver a empezar.

Tocaba ir a por el gol y Luis Enrique decidió meter juventud. Bryan Gil, primer jugador del Eibar internacional, y Pedri. Dos debutantes que entraban con la misión de agitar un partido que había vuelto a las andadas, cuando Grecia era un muro y España se desesperaba. Thiago y Oyarzabal también entraron para seguir cambiando un partido que se había complicado notablemente. El tiempo avanzaba y el gol no llegaba.

España lo intentó hasta el final, pero se vio impotente ante un conjunto griego que con el botín del empate volvió a cerrarse formando otra vez una muralla que desconectó cualquier oportunidad de ataque nacional. El marcador no se movió, el partido se murió y los de Luis Enrique se marcharon al vestuario con cara de circunstancias, conscientes de que habían perdido dos puntos que pueden ser importantes en el futuro.