Los deberes de Luis Enrique para reinventar a España

España ha terminado este parón de selecciones dejando dudas y alguna alarma encendida. La derrota contra Ucrania es el aviso que muchos esperaban que le podía llegar tarde o temprano al combinado dirigido por Luis Enrique. El equipo español fue infinitamente mejor en su juego ante los ucranianos que contra Suiza, pero al final el fútbol son resultados y es aquí donde se ve el problema de un conjunto que se puede quedar en majo sin dar el salto a ser competitivo.

España disparó en 21 ocasiones, ocho de ellas entre los tres palos. Lanzó nueve saques de esquina. Tuvo el 69% de la posesión, dio 700 pases y completó 630. En fin, los de Luis Enrique dominaron y generaron ocasiones de sobra para ganar el partido, pero la realidad es que Tsygankov se aprovechó de una serie de fallos en cadena para hacer un gol en uno de los dos disparos a puerta que realizó Ucrania en 90 minutos. No obstante, suficiente para ganar un partido que evidencia que esta selección juega bien, pero corre el peligro en quedarse en eso.

Tras el partido Luis Enrique defendía su idea y defendía al grupo, pero lo que se ha visto sobre el césped del Olímpico de Kiev es un equipo español que ha jugado infinitamente mejor que su rival, al que han dominado, pero la falta de gol ha vuelto a penalizar a una selección que no tiene un delantero centro top. De hecho, en estos momentos los dos mayores atractivos del equipo nacional son el atacante del Wolverhampton y un joven que todavía no puede sacarse el carné de conducir. Adama fue el mejor del partido, siempre intentando hacer cosas diferentes, pero Ansu Fati, como ante Suiza, pagó sus 17 años y pasó inadvertido.

Luis Enrique tiene por delante un mes para darle la vuelta a un equipo que tiene cosas, pero le falta la más importante: el gol. Iago Aspas, Morata o Alcácer son candidatos, aunque Rodrigo, Oyarzabal o Gerard Moreno siguen teniendo crédito para el asturiano. Buscar una solución que no parece sencilla se antoja vital para que España pueda defender la primera plaza de su grupo en las dos últimas jornadas de la Liga de las Naciones y sacarse el billete para la fase final, pero sobre todo para ser un equipo competitivo mirando a la Eurocopa que se celebrará el próximo verano. Sin gol no hay paraíso, por mucho que el seleccionador defienda una idea respetable y válida, pero huérfana de lo más importante. Y es que, en esto del fútbol jugar bien no suele ser lo más importante cuando no está acompañado de resultados.