Cristiano, la bestia negra del Atleti en Champions

Cristiano Ronaldo y el Atlético de Madrid se vuelven a ver las caras en la Champions. El luso retorna a la capital de España con la camiseta de la Juventus, pero con el mismo hambre de siempre. Ese que mostró cuando era jugador del Real Madrid amargando una y otra vez a los colchoneros. Y es que, CR7 es la bestia negra de los rojiblancos en Europa.

El luso se ha cruzado hasta en cuatro ocasiones con los madrileños en la Champions. Todas ellas como jugador del Real Madrid y siempre el resultado fue el mismo: Cristiano celebró y el Atlético lamentó. Seis partidos, un gol en una final, un penalti decisivo en la tanda de Milán y un hat-trick en unas semifinales es el balance del portugués ante un rival que siempre se le ha dado especialmente bien.

La primera vez que ambos se vieron las caras fue el 24 de mayo de 2014. Cristiano buscaba su segunda Champions, los del Metropolitano la primera. El ‘7’, visiblemente mermado, no tuvo su mejor actuación en aquella final disputada en Lisboa, pero le fue suficiente para cerrar el marcador en los minutos finales de la prórroga ayudando al Real Madrid a ganar la ansiada Décima.

Al año siguiente, el destino quiso unirlos en cuartos de final. En aquella ocasión no vio portería, pero una jugada suya propició que Chicharito convirtiese el único gol de una eliminatoria muy igualada. Cristiano y el Madrid pasaron a semifinales, mientras que el Atlético se volvió a quedar en el camino.

En 2016 se volvieron a encontrar en otra final. En esta ocasión el partido se celebró en Milán. El duelo se tuvo que decidir en la tanda de penaltis y Cristiano, especialista desde los once metros, se reservó el quinto. Su disparo, su gol y celebración quitándose la camiseta antes de ser engullido por sus compañeros ya forman parte de la competición.

Exhibición en semifinales

Si los otros tres encontronazos no eran suficientes, Cristiano todavía castigó en una ocasión más al Atlético. En las semifinales de 2017, el ahora delantero de la Juventus encarriló la ida con un hat-trick en el Santiago Bernabéu. En la vuelta, tras un intento de remontada rojiblanca, Benzema se puso el traje de mago e Isco el de goleador para sentenciar la eliminatoria. Una vez más, Cristiano fue el ganador.