Así fue la multitudinaria pelea entre la policía brasileña y los aficionados argentinos

El partido entre Brasil y Argentina de esta madrugada celebrado en el mítico estadio de Maracaná y que acabó con victoria para la Albiceleste estuvo cerca de no haberse celebrado. El gran Clásico de Sudamérica suelen ser calientes de por sí, tanto en el terreno de juego como en las gradas, pero esta vez el protagonismo lo tuvieron, desgraciadamente, los aficionados cuando el balón todavía no había echado a andar. Las imágenes de la pelea entre la policía y los espectadores argentinos son brutales.

Y es que antes del comienzo del encuentro, varios aficionados brasileños y argentinos comenzaron una multitudinaria pelea en las gradas. El partido no había comenzado y la policía carioca tuvo que emplearse a fondo para apaciguar las aguas entre las dos aficiones. Se emplearon tanto que las cargas fueron quizás algo exageradas. O eso debieron pensar los jugadores de Lionel Scaloni, que acudieron a la zona del conflicto para tratar de mediar.

Su presencia ya estaba siendo histórica, pues no se recordaba algo igual. De hecho, en las imágenes se puede ver al Dibu Martínez tratando de saltar con gran vehemencia para tratar de convencer a los policías brasileños que cesaran en sus exageradas cargas a sus aficionados. Tal fue la intensidad de las cargas que se pudieron ver a varios aficionados ensangrentados, una madre protegiendo a sus hijos… Imágenes para la vergüenza.

Leo Messi, capitán de la Selección argentina, al ver que las fuerzas de seguridad no reducían sus cargas ni en cantidad ni en intensidad, mandó a sus compañeros a los vestuarios hasta que la situación se calmara. El partido estaba en el alambre y no se sabía si iba a comenzar. Casi media hora después, el partido comenzó con aparente normalidad aunque esa tensión se trasladó al terreno de juego con varios enfrentamientos entre los jugadores. Messi llegó hasta a agarrar a Rodrygo del cuello dedicándose unas palabras.

Pero antes, las imágenes no dejaban en buen lugar a las fuerzas de seguridad brasileñas, que se ensañaron con gran vehemencia con los aficionados argentinos, mientras que sus compatriotas no recibían la misma ‘medicina’. Ni la presencia de los jugadores de la Albiceleste sirvió para acabar con la multitudinaria pelea que ya estaba siendo historia del fútbol sudamericano y mundial.